Algunos deltanos apenas pudieron visitar la tumba de sus familiares ya fallecidos, a propósito de conmemorarse el día de los fieles difuntos, el lunes 2 de noviembre.
Este año la tradición fue diferente. Anteriormente, en este día, familiares se acercaban hasta los cementerios para dedicar su tiempo a sus difuntos, hasta todo un día. Allí limpiaban el espacio, pintaban las tumbas y hacían rosarios con sus allegados.
Pero algunos factores acabaron con esta rutina. Inseguridad y altos costos en los ramos de flores y velas.
Una vecina de la comunidad Los Cedros de Tucupita lamentó no poder comprar flores para su familiar difunto. Aseguró estaban caros.
Ella dijo que un ramo de flores, “el más pequeño”, tenía un coste de 500 mil bolívares en dinero en físico, a las afueras del cementerio viejo de la localidad, según pudo averiguar.
Este supera sus ingresos quincenalmente, ya que admite ser dependiente de la nómina del Ministerio de Educación, donde su salario está por debajo del monto referido al coste de las flores.
“No pude comprar flores porque estaba caro. El más pequeño estaba en 500 mil Bs”, lamentó