La hora final de los “enconchados” de la dictadura de Pérez Jiménez

A 62 años de la caída de Marcos Pérez Jiménez, Paula Giraud, periodista y autora de esta entrevista publicada hace 32 años, quiso compartirla.

Paula Giraud, periodista

Fue escrita para el Diario de Caracas, en el cual conversa con 13 dirigentes politicos que fueron !parte de la cabecilla y de la salida del General Pérez Jiménez del país, en la madrugada del 23 de enero en la «Vaca Sagrada».

«En enero de 1988, conversé con Pompeyo Márquez , Eleazar Diaz Rangel, Jesús Faria, Salom Meza Espinoza, Guillermo García Ponce, Jesús Sanoja Hernández que eran del Partido Comunista de Venezuela (PCV), en los tiempos de la dictadura perezjimenista», narra Giraud.

«Me cuentan también cómo fueron las últimas horas del 22 para 23 de febrero de 1958, Enrique Aristiguieta Gramcko, Dagoberto González por Copei. Y por AD (Acción Democrática) converso con Gonzalo Barrios, Octavio Lepage, Virgilio Torrealba Silva y Reinaldo Leandro Mora. Y de último José Vicente Rangel que era de URD en esa época», escribe la periodista paula Giraud.

La hora final de los “enconchados” de la dictadura de Pérez Jiménez

En la madrugada del 23 de enero los enconchados de la dictadura esperaban telefónicamente o por radio, el anuncio de la caída del dictador. Los días 21 y 22 de enero la palabra dormir NO existía en la mente de los que habían conspirado contra Marcos Pérez Jiménez durante varios años, quienes esperaban con nerviosismo la hora final el desenvolvimiento de los acontecimientos, y repetían una y otra vez: “Esta vez no podemos fallar”.

Caracas, 23 de enero de 1958

Conjuntamente con los “enconchados” de la dictadura muchos venezolanos en las cárceles y en el exilio –a quienes la SN los desconchó- esperaban con impaciencia que la pesadilla terminara definitivamente.

Pudimos averiguar qué hacían y dónde estaban los enconchados en la madrugada del 23 de enero de 1958, al igual que algunos de los presos y exiliados notables para ese preciso momento.

Pompeyo Márquez: “Estaba enconchado en El Conde a 5 cuadras de la Seguridad Nacional. En la mañana del 22 de enero tenía conocimiento de la actividad militar que se iba efectuar en la madrugada. Vi todo el movimiento de los hechos. Héctor Rodríguez Bauza era mi enlace. A las 5:30 de la mañana, hablé por teléfono con Eleazar Díaz Rangel y Francisco Camacho Barrios, a quienes declaré como Secretario General del partido en la clandestinidad (PCV).

Yo fui el único de los perseguidos a muerte por la Seguridad Nacional que logró salir con vida. Antonio Carnevalli y Leonardo Ruíz Pineda por AD, Wilfredo Omaña y el Teniente León Droz Blanco por las Fuerzas Armadas. Al Teniente Droz Blanco lo asesina la SN el 19-06-1953 en Barranquilla Colombia, porque era el mejor francotirador del país , y se había convertido en una obsesión para Pérez Jiménez, porque sabía que en dónde menos lo esperara, podía matarlo Droz Blanco. Y yo, por el PCV, estábamos condenados a muerte por la SN.”

Es de recordar que Pompeyo Márquez o mejor dicho Santos Yorme que era su seudónimo en la dictadura, durante siete años estuvo en la clandestinidad (dentro del país) y jamás fue detenido por la SN (Seguridad Nacional), ya que era un mago para escabullirse.

Guillermo García Ponce: “Desde hacía cinco días estábamos preparando la huelga general en combinación con las Fuerzas Armadas. Se había fijado el estallido militar para el 21 de enero, pero el golpe no se pudo hacer y todo el día del 22 nos ocupamos de reconstruir los enlaces con los militares –tanto en Caracas como en Maracay-. Establecimos que el 22 de enero en la noche estallaría el movimiento independientemente de las otras fuerzas –naval, etcétera-. A pesar de que Pérez Jiménez había sacado una parte del Batallón Bolívar, este decidió después después de un sondeo militar en altas horas de la noche, que debía abandonar el país. Luego a las 4 de la mañana llegamos a Miraflores, entretanto Fabricio Ojeda se dirigía al país.”

Guillermo García Ponce y Fabricio Ojeda fueron los hombres claves en la actividad general de la Junta Patriótica.

Eleazar Díaz Rangel: “Yo estaba enconchado dirigiendo la huelga de la prensa. A las tres de la mañana me llamaron para avisarme que Pérez Jiménez había huído al exterior. A las cuatro de la mañana ya me encontraba en El Nacional redactando la Edición Extraordinaria, en la cual informaba de la libertad de los presos en “El Obispo”. Después salí a San Agustín, La Charneca, en dónde se estaban librando grandes combates entre la gente del sector y la policía. Luego me fui a la Plaza Morelos con el fotógrafo Jorge Cárdenas, lugar en el cual la Seguridad Nacional estaba rodeado por el pueblo que había linchado a varios espías. Para el 23 de enero se encontraban presos en Ciudad Bolívar, Salom Mesa Espinoza, Ramón J. Velásquez, Jesús Farías….y en la Cárcel Modelo estaban Rodolfo José Cárdenas, Pedro Pablo Aguilar, Cayetano Ramirez….”

Enrique Aristiguieta Gramcko: “El 23 de enero estaba enconchado en Los Rosales y solamente me enteraba de los acontecimientos por teléfono. A las 6:30 de la mañana amanecimos en Miraflores, después que Fabricio Ojeda habló por RCTV. Esa misma mañana hicimos contacto con la Junta de Gobierno, en donde hubo cambios a la carrera.”

En junio de 1957, se puso en marcha la idea de la Fundación de una Junta Patriótica para luchar por el respeto a la Constitución Nacional, contra la reelección de Pérez Jiménez y por la celebración de unas elecciones libres para la Presidencia de la República. Se hicieron los primeros contactos, en los cuales participaron Amilcar Gómez, Guillermo García Ponce, Eloy Torres, Claudio Cedeño, Moisés Gamero, Fabricio Ojeda, Américo Chacón, Simón Sáez Mérida, Pedro Pablo Aguilar, varios cayeron presos luego y definitivamente la Junta Patriótica quedó integrada por Guillermo García Ponce (PCV), Silvestre Ortíz Bucarán (AD) y Enrique Aristiguieta Gramcko (Copei).

Dagoberto González: El dirigente sindical copeyano, fue miembro del Comité Obrero de la Junta Patriótica, y formó parte del grupo de los “enconchados” de la dictadura: “Desde diciembre me había ido de mi casa, porque la Seguridad Nacional la tenía continuamente vigilada. Me fui a la casa de Gonzalo García Bustillos a esperar los acontecimientos y todas las noches nos poníamos a jugar ajedrez. Por cierto, en la noche del 22 de enero le gané a Gonzalo. En la mañana del 23 me fui a mi casa y de aquí a la Casa Sindical de El Paraíso, en donde instalamos el Comité Sindical Unificado Nacional y entre otros nos acompañaron Rodolfo Quintero y Eloy Torres, que eran miembros del Comité de la Junta Patriótica.

Jesús Sanoja Hernández: “El 23 de enero salimos para la Seguridad Nacional en donde estaba el ejército tratando de desalojar a la gente que se agolpaba a las puertas de la SN. El tiroteo era horroroso, había una plomazón de afuera para adentro y de adentro para fuera. Había una gran confusión y tanques de guerra. De aquí nos retiramos para un garaje donde había café, el cual quedaba en el subterráneo del Ateneo de Caracas. Después nos fuimos para el Bloque 1 de El Silencio, en donde estaba Lovera. Pusimos un altoparlante para dispersar a la gente que llegaba por torrentes al Centro de Caracas y así orientarlos con consignas desde el balcón para que se dirigieran a Miraflores y pidieran la salida de “El Gato”Abel Romero Villate y “El Tuerto” Roberto Casanova, quienes eran los militares perezjimenistas.”

Virgilio Torrealba Silva: De “enconchado” de la dictadura y preso el régimen de Pérez Jiménez, se convirtió en el primer ministro de Relaciones de la democracia, a quien le tocó firmar dos decretos: La disolución de la Seguridad Nacional y la libertad de todos los presos políticos del país. “Me encontraba en Barquisimeto, hacía cinco meses que había salido de la cárcel de Ciudad Bolívar y estaba conspirando y en continuo contacto con la Junta Patriótica de Caracas. Cuando se me notificó la salida de Pérez Jiménez al exterior en la Vaca Sagrada, me reuní con un grupo de notables de Barquisimeto y me fui al cuartel, en donde se me entregó el gobernador del Estado Lara y el jefe del cuartel. Desde ese lugar mandé a calentar las plantas de radio de Barquisimeto y a la hora estaba confirmando al pueblo larense la huída de Pérez Jiménez e informando sobre la Junta de Gobierno que se iba a establecer.

Cuando me encontraba organizando la lista de los oradores de los distintos partidos políticos, me llegó la primera llamada telefónica de Caracas para que me trasladara urgentemente a la capital, como no conseguí avión comercial, se me envió un avión militar y cerca de las siete de la mañana llegué a Miraflores. Aquí me encontré con la noticia, que había sido designado ministro de Relaciones Interiores. A pesar del poco tiempo que estuve en el cargo, para mi fue un gran honor ser el primer ministro de la Democracia.

Salom Mesa Espinoza: “Yo me encontraba preso en Ciudad Bolívar. Durante siete años estuve encarcelado.!No te imaginas la alegría que sentí cuando ví la luz de la libertad!. El 25 de enero llegué a Caracas y me sentí desorientado, perdido…”
Jesús Farías: ”Estaba preso en Ciudad Bolívar en un calabozo para castigados llamado “El Tanque”. A los comunistas nos tenían en una sola celda, entre otros recuerdo que estaban conmigo los hermanos Pérez Loyo y Eduardo Gallego Mancera.

El 24 de enero salimos en libertad 30 presos. ¡Que dicha sentía ese día!. Yo me quería venir por avión, pero por solidaridad con otros compañeros que se venían en autobús, escogí la alternativa de venirme por tierra. La primera noche la pasamos en el llano y llegamos a Caracas el 25 de enero a las 4 de la tarde”.

Octavio Lepage: “Para el 23 de enero yo me encontraba en Bogotá. Acción Democrática tenía en el exilio un comando clandestino que se llamaba Comité de Coordinación Exterior que ejecutaba las acciones secretas de AD fuera del país. El comité dispuso que debía entrar clandestinamente a Venezuela después del levantamiento militar del primero de enero. Yo estaba residenciado en Costa Rica, viajé a Panamá y de aquí con tarjeta de turismo me fui a Barranquilla el 22 de enero, para luego hacer escala en Bogotá. Llegamos a Maiquetía aproximadamente a las seis de la tarde. La ciudad estaba en Toque de Queda, estaba a oscuras.”

Octavio Lepage, fue el primer Secretario de AD en la clandestinidad, estuvo 4 años preso, 4 años en el exilio y 2 años en la clandestinidad.

Gonzalo Barrios: “Me encontraba en Nueva York, reunido con muchos compañeros igualmente exiliados, esperando noticias. Más que un día para nosotros, fue una noche: la del 23 de enero para amanecer el 24, que fue cuando nos enteramos de la noticia de la salida del dictador”.

Reinaldo Leandro Mora: “En la madrugada del 23 de enero me encontraba reunido con un grupo de amigos, entre los que se encontraban gente de mi partido y miembros de la Juventud Comunista. Esta reunión se hizo con el propósito de sacar un segundo manifiesto contrario a la dictadura, el cual debían firmar a los integrantes del Magisterio Nacional. Justamente en el momento que firmábamos, volaba la “Vaca Sagrada”. Posteriormente fuimos a la Federación de Maestros y la Junta Directiva redactó un manifiesto que se unió a los muchos que se habían hecho en el país por el Día de Júbilo.”

José Vicente Rangel: “Estaba en la casa de Miguel Bravo, un gran amigo mío que era independiente. Desde la radio escuchaba noticias sobre los saqueos en la ciudad y desde la azotea podía divisar los incendios. Todavía recuerdo el ruido de los motores de la “Vaca Sagrada”, cuando sobrevolaba Caracas para abandonar el país.”

Por Paula Giraud(Publicado en el Diario de Caracas, lunes 25 de enero 1988, Página 8)

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