El presidente colombiano Gustavo Petro declaró que es «extremadamente importante» que Trinidad y Tobago busque los restos de las 11 personas que murieron en el letal ataque estadounidense contra un presunto barco cargado de drogas el 2 de septiembre.
Petro se refirió al barco como una embarcación civil: «Desconocemos si transportaba drogas, y si las transportaba, no debería haber sido bombardeada», declaró en una publicación a X el 9 de septiembre. «El bombardeo tuvo lugar en aguas territoriales de Trinidad y Tobago. ¿Dio permiso el gobierno de la isla? La vida es lo primero, siempre y en todas partes», declaró Petro.
Esto ocurre después de que dos cuerpos aparecieran en la costa noreste de Trinidad y Tobago durante el fin de semana. El primero fue encontrado el 5 de septiembre y el segundo el 7 de septiembre. La policía indicó que los cuerpos presentaban quemaduras y extremidades amputadas, «consistentes con una explosión».
Estados Unidos no ha proporcionado detalles sobre el lugar del ataque y no se ha confirmado que haya ocurrido en aguas territoriales de Trinidad y Tobago. El llamado del presidente colombiano al gobierno de Trinidad y Tobago también se produce tras una declaración combativa de la primera ministra Kamla Persad-Bissessar, quien respaldó la acción militar estadounidense.
“La masacre de nuestro pueblo está alimentada por los malvados traficantes de los cárteles. El dolor y el sufrimiento que los cárteles han infligido a nuestra nación es inmenso”, declaró en un comunicado el día de la huelga. “No siento ninguna compasión por los traficantes; el ejército estadounidense debería matarlos a todos, violentamente”.
Petro recibió críticas por su publicación. El músico y escritor mexicano Jesús Romero dijo: “¿Y quién cuida los restos de los guerrilleros ejecutados por el gobierno colombiano? Ustedes son los responsables de los cultivos de coca”. Otro usuario comentó: “…habla de las vidas inocentes en Trinidad y Tobago, pero guarda silencio sobre las vidas perdidas en Cauca, Arauca y Cataumbo. Habla de reconciliación para Venezuela, pero niega justicia y dignidad a los colombianos”.
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