Aquiles José Amares Pugarita
Tanto esfuerzo ha conducido a la construcción de una realidad mundo en busca de un equilibrio, de una armonía aún esquiva. En algún momento del largo camino recorrido por la humanidad hubo una ruptura producto de traiciones que sembró la discordia entre hermanos, entre iguales, entre los humanos. Alguien pretendió erigirse -con artimañas-, en controlador, manipulador de sentimientos, acciones y pensamientos de sus semejantes, para la obtención ventajosa en sus propios beneficios. El pensamiento mezquino, unido a la acción traidora, desvió las actuaciones hacia el desencuentro. Un acumulado de acciones negadoras del respeto y consideración hacia sus semejantes nos ha traído a esta encrucijada de abrumadoras incertidumbres.
Hoy la humanidad está plantada en un umbral, propicio para la reflexión fundamental, ante el escaso margen que garantice su propia existencia. El más allá de los próximos pasos, será determinante para retomar la ruta extraviada, o la debacle una realidad sin retorno posible. Tal vez no sea una ruta fácil –lo más probable-, como lo demuestra la experiencia. Pero de lo que hay que estar seguros es que entablar, concertar un gran debate plural, por encima de concepciones dogmáticas y escépticas –in extremis-, será necesario. Todo ello articulando transversalmente la razón y sentimiento de humanidad en una urdimbre soberanamente en equilibrio. No será cosa sencilla, pues esa ha sido la gran tarea desde el momento del gran extravío. Pero vale la pena Utopiar o Utopizar, en conjunción el pensamiento y la acción de una criatura que ha tenido la inmodestia de decirse ser el Homo sapiens L.
¡Honor y Gloria a los mártires de Chicago!
¡Viva la clase que crea, produce y construye realidades!
¡Vivas a todas y todos los trabajadores en su día!
¡Salud compatriotas!
Tucupita, lunes 1º de mayo de 2023

