Lo sucedido a Darielvis Sarabia como madre, como ser humano, a su marido Yermis Santoyo no es cualquier cosa. Perdieron a su hijo de un año, evento que ningún padre supera, mucho menos en las circunstancias por todos conocida.
Tanto en Trinidad como en Venezuela algunas personas inescrupulosas, han tratado de sacar alguna notoriedad, o simplemente ruedan rumores con propósitos desconocidos. La Tata como sus vecinos, amigos y familiares la conocen, no se encuentra delicada de salud, ni está detenida.
Debido a los protocolos del covid, solo dos personas pueden visitarla, su esposo y el padre. Ella no se había vacunado por tanto es más proclive a contagiarse, si así fuera. Sin embargo tiene una operación pendiente de clavícula, que se planteó para el jueves, solo esperan confirmación de los médicos del Hospital de Sangre Grande. En este centro de salud se le ha atendido.
Su madre Eliana Millán, (abuela que la crió) permanentemente es agobiada por rumores falsos. Se espera total restablecimiento y que Dios consuele a Darielvis y a Yermis.