Mujer warao de 90 años viaja durante cinco días en busca de medicina y alimentos

Teófila López de Arangure, indígena warao con 90 años de edad, asegura que viajó desde la comunidad de Araguabisi hasta Tucupita en un recorrido de cinco días y noches por los caños y ríos del Orinoco. La nonagenaria afirma que es hija de la selva, nacida en los morichales y manglares del Delta del Orinoco, a sus 90 años ha vivido dos dictaduras y cuarenta años de democracia. Asegura que tiene 60 nietos, 30 bisnietos y 5 tataranietos y aún tiene fuerzas para desplazarse durante cinco días en curiaras desde su comunidad hasta Tucupita en busca de medicina para su salud.

Con sus años a cuestas, recuerda que jamás vivió una época parecida a la que atraviesa el país. “Mi esposo fue un gran líder de su comunidad” rememora la sabia indígena que se aloja junto a sus hijos en un populoso sector de Tucupita. De acuerdo a las informaciones de Arcángel Arangure, hijo de Teófila, la travesía desde los caños hasta Tucupita es una ruta bien dura.

El camino se hace tormentoso ante las adversidades que se presentan durante el viaje por los caños del Orinoco “los motores desaparecieron, no hay gasolina y el traslado se hace en curiaras impulsadas por canaletes” asevera. López prefiere los caños y la tranquilidad de los ríos y los morichales, sin embargo, se ve obligada a viajar hasta Tucupita en busca de medicina y alimentos. “No hay dispensarios y los enfermeros desaparecieron ante la falta de remedios, ni siquiera para calmar una fiebre se consigue por allá” asegura.

De acuerdo al testimonio de la nonagenaria, esta es la peor época que le ha tocado vivir. Para la anciana, los 40 años de democracia fueron los mejores tiempos “con todos sus defectos, tuvimos dispensarios, enfermeros en nuestras comunidades, medicina y comida” asegura. La abuela López recomienda hacer el bien y el trabajo productivo. Se considera hija de la selva: los morichales y los manglares fueron sus nichos y de donde heredó la sabiduría para levantar a sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos. A su edad practica la medicina tradicional, alivia los dolores y las enfermedades con sus cantos y sus manos mágicas.

La falta de medicina y los alimentos en las comunidades warao son factores que inciden en el desplazamiento de la población que viaja cientos de kilómetros en busca de las fronteras de Brasil, Guyana o Trinidad y Tobago De acuerdo a un reporte de la Fundación La Salle, el 95% de la población indígena warao de los municipios Antonio Díaz y Pedernales subsiste en precarias condiciones de salud y alimentación. Además, en su informe aseguran que el 90% de las comunidades no tienen tratamiento de aguas y servicios sanitarios con reaparición de tuberculosis y otras enfermedades endémicas y crónicas ante la ausencia de control sanitario y atención médica en la zona.  

PRENSA KAPÉ KAPÉ


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