Decenas de mineros artesanales ruegan para que les permita trabajar tranquilamente en las minas del municipio Sifontes, al sur del estado Bolívar, además denuncian que los grupos delincuenciales a los que le llaman sindicatos en la jerga minera, pero nada tienen que ver con estas asociaciones de trabajadores cuyo objetivo es la defensa de intereses económicos y laborales de sus asociados, sino que más bien están relacionados con Grupos Estructurados de Delincuencia Organizada (GEDO), siembran terror en el estado Bolívar.
Antonio Sánchez, minero artesanal con más de cuarenta y cinco años de experiencia, además, trabajador actual de La mina Atenas, declaró con énfasis: “No hay masacre en las minas del municipio Sifontes, nosotros lo que queremos es que nos dejen trabajar en paz, exigimos poder ingresar de inmediato a nuestras minas, hay informaciones sobre masacres que son falsas, por ello solicitamos que desmilitaricen las minas, en Belén y Atenas, porque esas minas pertenecen al pueblo que habita en Tumeremo”.
Ante la difícil y constante situación de no poder trabajar como lo hacían antes, los mineros instan al gobernador del estado Bolívar a que intervenga para que los dejen llevar a cabo sus faenas ya que por medio de esta labor es que han podido levantar a sus familias durante tantos años, dicen que con tan solo el uso de la batea y el cilindro para buscar el mineral es que practican la minería.
Parte de la denuncia indica que grupos armados les cobran una coima de setenta por ciento de lo que producen en la mina a dichos trabajadores artesanales, además siembran terror en zonas cercanas a Tumeremo.
Para estos grupos irregulares armados, la coima viene a ser una forma de chantaje, lo cual es un delito que consiste en pedir dinero a los trabajadores de la zona, en este caso, los mineros, a cambio de dejarlos realizar su labor y en muchas oportunidades dejarlos vivir en una aparente calma.
Neptalí Mendoza, quien también es minero artesanal, insistió en que todos ahí están luchando por el rescate de las minas de las cuales los han sacado prácticamente a la fuerza, asegura que estos espacios se encuentran secuestrados.
Indicó Mendoza: “Lentamente nos han quitado el derecho a trabajar en la mina Atenas, allí estamos un gran grupo de padres de familias con muchas necesidades, por lo cual queremos entrar a trabajar pero los militares nos impiden hacerlo, cuando intentamos ingresar nos hostigan”. No están de acuerdo con el alcalde de Guasipati, quien según ellos, fue quien dio la orden de militarizar la mina Atenas.
Asimismo señaló: “Para desacreditarnos se nos ha estigmatizado diciendo que el minero destruye y eso no es cierto, porque nosotros no trabajamos con grandes maquinarias, sólo abrimos, sacamos un poco de material, lo lavamos y de ahí obtenemos el sustento para la familia, porque tampoco andamos buscando riquezas, exigimos el derecho al trabajo en esas minas que pertenecen al pueblo de Tumeremo”.
En la mina Belén, la situación no es muy distinta, allí Luis Alberto Durán explica que se repiten las mismas circunstancias de abusos y opresión contra los mineros, por lo cual hizo un llamado al presidente de la República Bolivariana de Venezuela con el fin de denunciar la violencia a la que están sometidos por parte de personas armadas que frecuentan la zona.
“Tenemos miedo y estamos mal emocionalmente porque vienen a quitarnos el oro, hacemos un llamado al ministro Osorio y demás autoridades para que tomen cartas en el asunto. Esta situación vulnera la seguridad, estabilidad y calidad de vida de mujeres y niños, a quienes les quitan la comida, el oro y las herramientas de trabajo de los seiscientos mineros artesanales que hacen vida en la mina Belén”.
KARLA ÁVILA MORILLO/ GUAYANA 360/QUE PASA EN VENEZUELA
