Compartir

Aquiles José Amares Pugarita

aquilesjap@gmail.com

En el dilatado recorrido histórico institucional occidental cercano al milenio -donde pocas sobreviven-, la Universidad da cuenta de muchos acontecimientos que han pasado por el tamiz del tiempo que todo lo transforma, todo lo transmuta.  Tantos cambios han ocurrido en su existencia desde su origen local, regional, eurocéntrico, que se ha multiplicado en distintas versiones hasta tiempos de la modernidad y contemporaneidad en curso que permitió que la Universidad se expandiera y universalizara. Aprovechando aquí recordar, que, a pesar de esa existencia globalizada actual de la Universidad, esta no fue la única, ni primera institución de formación avanzada que existió en la historia de la humanidad: otras la precedieron en África, Asia y nuestra tierra Abya Yala, mucho antes de la invasión europea. Pero hechos significativos a destacar, constituyen los acontecimientos aquende esta orilla o región Latinoamericana y caribeña, de nuestra única nave espacial terráquea. Me refiero a lo acontecido en Córdoba, Argentina en 1918, y a Tlatelolco, México, en 1968, entre otros eventos que impulsaron los cambios y transformaciones universitarias, definiendo una nueva configuración del nuevo rostro de la Universidad Latinoamericana y caribeña. Múltiples generaciones y clases sociales de jóvenes estudiantes de nuestros pueblos contribuyeron en esas mutaciones institucionales universitarias: movilizaciones, renovaciones, reformas, transformaciones al calor de las presiones sociales de los estudiantes, impulsando propuestas democratizadoras y revolucionarias, transitando a través de acciones contestarias, con el surgimiento de propuestas emergentes de participación, radicalización contra los Estados nacionales y sus gobiernos, que se constituyeron finalmente en acciones transformadoras.

Ejemplo de ello en nuestro país venezolano, lo encontramos en el movimiento conocido como la Renovación universitaria con epicentro en la Universidad Central de Venezuela (UCV): https://comisionpresidencialucv.gob.ve/la-renovacion/. Allí en esos hechos, destacan los movimientos de estudiantes, docentes y autoridades universitarias que impulsaron las reformas del año 1969, y que el gobierno copeyano de Rafael Caldera cercenó violentando y ocupando militarmente el recinto universitario de la UCV. Todo ello en confabulación con la oposición controlada mayoritariamente por los adecos.  Se produjo paralelamente la reforma de la Ley de Universidades del 8 de septiembre de 1970, con cambios aparentes de la ley de 1958 perezjimenista, a los fines de “consolidar la injerencia del gobierno en la vida de las universidades nacionales”.  En términos prácticos concretos, se aplastó el Movimiento Renovación Universitaria, con la destitución de las autoridades universitarias, encabezadas por el “Rector de la dignidad”, Dr Jesús María Bianco. Movimiento que queda para la historia como un hito por la “transformación de las estructuras académicas-docentes, curriculares del régimen de estudio. Consideradas obsoletas, burocráticas, sumergidas al sistema y a la sociedad capitalista en sus intereses y funcionalidad”. Como fin trascendente de estas luchas, se pretendía la formación de un “científico social integral”, intento fallido momentáneamente, en los procesos a largo plazo por el rescate del fundamento y responsabilidad social de la Universidad con la sociedad.  El gobierno para entonces -ligaditos copeyanos y adecos-, en tal coyuntura lanzan la creación de los Institutos Universitarios de Tecnología y Colegios Universitarios, en resguardo de los intereses de las clases dominantes, con la idea de formación eminentemente técnica e inocua de formación ética, humanística y de conciencia de clase, de los técnicos que les resultarían más “útiles y baratos” a los intereses económicos de la burguesía y oligarquías criollas, dependientes del dominio capitalista imperial.  Todos estos esfuerzos de luchas universitarias fueron vinculantes y luego se proyectaron en otras universidades nacionales tales como la Universidad de Los Andes (ULA), Universidad de Oriente (UDO) y la Universidad del Zulia (LUZ).

A partir de la llegada al poder del comandante Hugo Chávez  y actualmente con las políticas educativas del gobierno bolivariano del presidente Nicolás Maduro, se han hecho los esfuerzos -a pesar de los obstáculos-, por dar impulso a un “proceso de apropiación colectiva que permita crear condiciones para profundizar un proyecto educativo pertinente, enmarcado en el proyecto de país planteado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) y en la unión latinoamericana y caribeña; comprometido con la transformación de…” la sociedad bolivariana y democrática:https://biblioteca.clacso.edu.ar/Venezuela/cim/20170102053754/pdf_201.pdf.

Ante estos hechos, relatados sintéticamente, la Universidad debe seguir su curso raudo, por la transformación profunda de nuestras sociedades, tributando a la formación permanente de los ciudadanos, republicanos, patriotas bolivarianos con hondo sentido de Patria venezolana, y en el entendido que la unión con la región Latinoamericana y Caribeña, nos emancipará y nos hará más libres, soberanos y en unión ecuménica con todo el planeta Tierra, que tanto lo merece para el bienestar integro de la humanidad.

Universidad con sentido plural, de diversidad, multiversidad, en atención a la redención de la humanidad en sus más altos intereses colectivos éticos, humanísticos, científicos y técnicos, puestos al servicio de una sociedad en armonía con su entorno ambiental, social, económico de verdadero sentido para la cooperación, complementariedad y solidaridad para la vida.

Tucupita, Delta Amacuro

Fachada Atlántica de Venezuela

Miércoles 03 de julio de 2024

Deja un comentario