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Los vecinos de Villa Caribe ya no saben dónde acudir para buscar solución al bote de aguas negras de una «boca de visita» que es el cuento de nunca acabar.

Habitantes de esta populosa urbanización le piden a la jefa de los servicios de la Alcaldía capitalina, que cuando traigan el vactor de Morichal se acuerden de Villa Caribe.

Apenas caen tres gotas y ese bote comienza a regurgitar y lo peor de todo son los malos olores.

Temen que proliferen enfermedades a causa de las aguas pestilentes que salen de ese lugar. «Estás corren y van a dar más abajo hasta aquella comunidad que está al fondo», dijo un vecino que caminaba muy cerca de esta putrefacción.

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