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Solo quien tiene o ha tenido mascotas puede entender lo que sucede cuando se pierde una de ellas. Una mascota y aunque suene como un cliché, es como si se extraviara un familiar porque eso pasan a ser los perritos o gatos en una casa.

Para quienes vienen siguiendo el caso de Copito es un Puddle, blanco como un copo0 de nieve. Tres niñas y la mamá de estas lo extrañan. Ellas viven en calle Tucupita a escasos metros de la plaza de Los Fundadores.

QUÉ SUCEDIÓ CON COPITO

Como de costumbre Copito salió a hacer pipí al frente de su casa. Tardó un poco pero los vecinos sabían dónde vivía y si lo veían por la plaza, lo encaminaban hasta el frente de su hogar. Sucedió que el día que lo dejaron de ver, en la noche, no regresó y se preocuparon. Lo buscaron como siempre por las adyacencias y nada.

Aparece un mensaje de Fundafauces y a la madre de las niñas la ponen en contacto con una persona que las puede ayudar. Esta persona se comunica con una señora líder de calle por Calle la Planta y les responde que ella lo tiene a resguardo que no se preocupe. Es viernes, van hasta donde la señora quien responde por teléfono por mensaje. Las niñas esperanzadas esperan hasta las 12 de la noche porque la señora dice que salió.

De regreso la señora expresa que el perrito se le escapó, luego hay una versión que da cuenta de haberlo entregado a un supuesto dueño o dueña. Total el misterio y la duda arropa este caso.

Lo cierto es que las pequeñas lloran por su perrito, una de ellas lo tiene desde que ella tiene un añito y como quien dice, creció con Copito.

Van a seguir buscándolo y no descansarán hasta dar con él.

Si alguien de buen corazón lo vé, no vacile en buscar a sus dueñas son tres niñas de 7, 8 y 14 años y todas lo extrañan.

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