Dr. Crisanto Gregorio León
«Es de bien nacidos, se agradecidos».
Anónimo.
Cuando no estamos agradecidos con los demás, nos olvidamos pronto de los favores que recibimos e incluso nos molesta que nos recuerden. Aquí están enlistados Chabela, Moncho y Barboza entre otros. En cuanto a lo que un funcionario nos hizo saber y fue prolijo en detalles, de las canalladas que se ciernen en su contra luego de haber tratado muy bien, con consideración y empatía a estos tres desagradecidos, que no podrán alegar a su favor que actuaron por instrucciones del coronel psicópata, porque cada cual es dueño de su imagen, de cómo quiere ser percibido por el resto de los seres humanos y que nunca podrán esconderse de los ojos de Dios. No obstante, Masquer el coronel psicópata les dijo: Aprovéchense y no le agradezcan nada, úsenlo y luego traiciónenlo, trátenlo con desprecio e ignominia, aplíquenle ghosting. Y así hicieron las marionetas del psicópata.
Para que tengan una dimensión de la ruindad de un psicópata y de los modos subrepticios para hacer y procurar daño a sus víctimas y de cómo trafica con la hipocresía, continuaremos describiendo el trastorno de la personalidad del coronel psicópata Séptimo Masquer, el depredador social. Este enmascarado demoníaco, que es una mala persona, que es una persona falsa que se vale de su corrupta posición para cuajar las perversiones que diseña y programa en contra de otros en su mundo intrusivo, sádico y abusivo, donde gente sin criterio se deja usar y se le arrastra permitiéndole que se regodee en su maldad. Y entonces el maldito y déspota coronel, que además es bipolar; fanfarronea de “estársela comiendo” porque está depredando y causando daños psicológicos, morales, y profesionales, porque vilmente desprestigia a otros manipulando a mucha gente que se presta para protagonizar escenarios de ignominia y de ghosting, junto a formas oscuras de dominación entre ellas el gaslighting. La maldad de Masquer es genética. Este hijo de primos hermanos nacido en Córdoba Colombia y nunca más ascendido por corrupto y delincuente; es una emboscada para la sociedad empática.
Pero quienes se dejan utilizar de Séptimo Masquer el coronel psicópata porque quieren parecérsele, o porque quieren congraciársele, porque tienen su alma genuflexa a la maldad y a la corrupción creyendo que se trata de un amigo, olvidan que los psicópatas no tienen amigos, tienen sirvientes, esclavos y serviles, porque ellos se aprovechan de las personas y las usan. Cuando el psicópata regala o concede algo, ese algo tiene un precio y en cualquier momento te lo va a cobrar; porque las intenciones de esa dádiva llevan incorporada una perversión que con toda certeza le reportará al trastornado una exagerada ganancia indecente e inmoral a su bolillo y a su ego, porque los psicópatas además son narcisistas. Los que cuales títeres cometen injusticias en contra de quienes no les han hecho ningún perjuicio, ni le deben nada, lo que hacen es ganarse enemigos y la abominación de Dios, por prestarse a complacer las perversiones de un hombre que circunstancialmente está ejerciendo una posición, sin considerar que el mundo da muchas vueltas y no hay enemigo pequeño, porque la víctimas o sus familiares y amigos pueden llegar a ocupar otras posiciones y les pasarán factura. Que todo el daño que haces lo recibirás de vuelta, aunque en el momento en que sufras tu dolor no lo relaciones con la deuda que tienes con otros y con la vida. Pero primordialmente recuerda que si en apariencia el psicópata no te cobra el favor, la vida te cobrará a ti la maldad que haces en su nombre prestándote a su juego perverso.
La gente manipulable sin criterio propio y sin autoestima. Los funcionarios que han sido objeto de las prácticas innobles y de las perversiones de Séptimo Masquer el coronel psicópata, dan testimonio de cómo éste trastornado tira la piedra y esconde la mano, usando a otras personas para que hagan y digan lo que les ordena hacer y decir para perjudicar a inocentes. Así tenemos los testimonios de Moncho y Barboza, quienes apenados por sus almas, avergonzados ante Dios, y por haberse sentido el papel sanitario en el que coronel dejó sus excrementos; deciden confesarse con un funcionario a quien el militar corrupto por envidia convirtió en su víctima. Tengan presente que entre los caracteres que describen a los psicópatas están la envidia, el odio y la mentira. Esto aunado a una conversación que tuviera el funcionario con el superior de Masquer el militar psicópata y nos referimos al general Besarás conocido como “cinco para las doce” quien por instrucciones de Séptimo Masquer, decidió hacerle ghosting cuando le estaba exponiendo las pruebas de corrupción y otros delitos cometidos por este experimentado delincuente psicópata. Pero entendemos que Besarás le da besos negros a Masquer porque es quien le está entregando o tributando millonarias cantidades de dinero negro producto del negocio y la asociación para delinquir que tienen en común en los crímenes de corrupción extorsión y venta ilícita de títulos valores estafa usando la institución como fachada.
Cometiendo más delitos y en violación a las leyes Séptimo Masquer valiéndose de cámaras que ha colocado exprofeso en las oficinas, porque es un voyerista visual y auditivo; al percatarse de que su inocente victima tiene buenas relaciones sociales, porque el mundo de su presa es el propio de una persona empática; entonces el felón militar cual depredador social despliega sus maniobras psicopáticas de control, de desprestigio, de destrucción moral y profesional. Así lo manifiestan Moncho y Barboza al funcionario. El día que el coronel me vio y escuchó conversando con usted, dice Moncho; donde se percató del respeto que yo le confiero a usted, al rato recibí una llamada telefónica de Masquer dándome instrucciones para que me comportara déspota, despreciativo e incluso que le aplicara ghosting a usted. Pero que no dijera que eran instrucciones suyas, que pareciera como espontáneo de mi parte y lo hiciera sentir a usted como una persona disminuida, sin valor y sin importancia. Y yo, dice Moncho, como un verdadero monigote, como un títere sin voluntad me dejé manipular. Al punto de ensañarme con maldad en contra de quien me trató con respeto y consideración y me dio formación y conocimientos, pero yo le pagué con traición, desprecio e ignominia. Y hasta le grité tal cual lo hizo Moncho en contra de Don Gregorio en la película española “La lengua de las Mariposas”, en tiempos de dictadura.
¿Cuál es el contexto histórico de la lengua de las mariposas? “La lengua de las mariposas” es una película contextualizada en la guerra civil española, donde se resalta la tensión existente entre múltiples valores sociales. La película, entre otros mensajes, nos invita a reflexionar en torno al rol formador de los docentes. El filme ilustra cómo la traición se apodera de los corazones y de las mentes de quienes se han beneficiado de otros y al sentirse servidos dejan salir de sí el lado animal y salvaje, la parte depredadora que no tiene aliento divino. De cómo el ser humano sometido a manipulación experimentada, deja prevalecer por encima del cerebro neocórtex, el cerebro límbico e incluso el cerebro reptil. Es pertinente indicar que los psicópatas como el coronel Séptimo Masquer, tienen atrofiada la amígdala que se encuentra situada precisamente en el cerebro límbico.
Igualmente en el desarrollo de “La lengua de las mariposas” se muestra al espectador el lado oscuro y perverso, de maldad y desagradecimiento de quienes habiendo recibido honra y buen trato, honores y esplendidez, incluso atenciones inmerecidas, por parte de otro ser humano que en su encuentro en la vida con ellos, les ha demostrado empatía; entonces pagan a su benefactor con deshonra y malos tratos, desprestigio y violencia verbal. Y en el caso que nos ocupa en la vida de la institución donde Masquer es el anti líder siniestro; unos que son perversos por naturaleza encuentran la manera de dejar salir la descompostura ética y de la personalidad que ante la sanción moral tienen contenida, pero aprovechan que Séptimo Masquer el coronel psicópata les da luz verde para demostrar sus propias ruindades. Así hacen mártires a quienes ningún daño les han hecho y pagan con desprecio el aprecio que recibieron, pagan con maldad la bondad que les dieron y pagan con desprestigio el prestigio que benévolamente una persona honesta les confirió.
En nuestros días posmodernos, linchar físicamente no se usa y cede el paso a canalladas. El caso de Barboza, es otra apología a la perversión según sus propias palabras; quien al igual que el coronel psicópata, la mitomanía y la altanería son escándalos en su personalidad. Refiere el funcionario: después de algunos años me tropecé en los caminos de la vida con Barboza y se mostró frío, calculador, inmutable en su fachada de hombre serio o de hombre de armas. Plantado en su despotismo, e hiriente en su trato, “por la calle de en medio” vomitó su veneno en mi contra y fue cruel en sus expresiones. Era su personalidad al descubierto, pero exacerbado en su mentecatez por otra conciencia, la de Masquer. Escuche, me dijo: Yo no le voy a agradecer nada, yo lo engañé todo el tiempo, en todo momento me burlé de usted, me aproveché de usted porque soy un desalmado y recibí instrucciones del coronel Masquer de comportarme como una mierda y como quien caga y se libera, me sentí a mis anchas al pagar con desagradecimiento ese buen trato y los favores que recibí de usted. Aunque muy dentro de mi siento vergüenza, puedo así expresar en su propia cara la clase de persona malviviente que soy. Por lo que Barboza no solo se mostró estúpido al confesar que es un títere sin amor propio, que no necesitó rubricar lo que sus actos dicen de él y que sus cuerdas las maneja Séptimo Masquer el coronel psicópata, sino que por un minúsculo instante quiso ser honesto consigo mismo. Por efecto del sesgo cognitivo Dunning – Kruger, los tontos se auto perciben más inteligentes de lo que se consideran a sí mismos los de verdad aptos. Pero en el caso de Barboza, se mostró mentecato al arrodillarse ante el coronel psicópata. Complejas vicisitudes sufre ahora mismo Barboza y es el efecto boomerang sobre él y exclama «Dios que he hecho yo para merecer esto», pero no pasa la película de sus actos y no quiere reconocer sus comportamientos impropios y de desagradecimiento por los que ha pagado con maldad la bondad que ha recibido en otros momentos.
Chabela, Moncho y Barboza se creyeron o se creen muy listos al comportarse cuales marionetas de Séptimo Masquer el titiritero, sin percatarse que su estúpido comportamiento se los cobrará con creces la vida o el destino; a ellos o a los suyos. El tiempo transcurre y cobra, eso es un tiro al piso.
Tal cual Mara la bruja camandulera, Moncho, Barboza y Chabela pagaron con oprobio el bien recibido tirándole piedras a su benefactor.
«No confundamos estupidez con maldad.
La estupidez es mucho más peligrosa».
–Dietrich Bonhoeffer.