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Dr. Crisanto Gregorio León

“La corrupción del alma es más vergonzosa que la del cuerpo.”

–        José María Vargas Vila

Asiduo lector, este Coronel psicópata, llega a cada agenda en la mesa oval o mesa de la infamia, con su patológico sesgo de confirmación; altanero e inquisitivo; deben decirle quien le suministra información a los medios;  ¿quién lo expone?; ¿cómo se enteran las redes? ; de los presentes quién lo  graba no le importa dice , pero le aterra, lo incomoda y lo hace estallar en cólera ;  ¿quién lo vende? , ¿Quién lo traiciona?, ¿quién es el osado en entregarlo? Los análisis que hace lo  ensoberbecen aún más  y los monos voladores deben aguantarse el castigo postural del narcisista.  

Pues sí, los monos voladores seguidores de esta bruja malvada, o sea del Coronel Psicópata que anda desgarbada.  El circunstancial jefe al que han vendido su alma. Se quedan estupefactos por la osadía de este felón , al rastreo o la pesquisa que invade sus espacios personales y privados en desespero por saber cómo se escapa y se filtra la información. Quiere incluso controlarles los pensamientos y leerles las mentes. ¿Pero qué otra cosa se puede esperar de un tipejo así,  de un felón que trafica con la hipocresía?

Llega ensoberbecido a presidir la reunión oval, mientras el hedor de las heces y del orín de la letrina ad hoc se filtra en el ambiente.  Solo se escucha a sí mismo, por muy puntual que sea su interlocutor, él ya trae sus propios pareceres y conclusiones. Su sesgo de confirmación está perturbado igual que su mente por su patológica personalidad disocial. Los que le hablan piensan que él los está escuchando, y craso error, él solo se escucha a sí mismo y habla de sí mismo, sus pensamientos planifican escenarios maléficos, criminales  y perversos. Un Coronel que habla mucho de sí mismo y no ha establecido un límite claro entre él y su entorno. Su personalidad narcisista le impide entender que no es el centro del mundo. Pero lo más crucial es que se cree un legeremante.   Un depredador psicológico que puede ahondar en las mentes de sus víctimas, hurgarlas y leerlas.  Esto significa que el legeremante no solo puede ver en la mente de otra persona, sino que puede analizarla, absorber emociones, sentimientos, pensamientos, recuerdos, y examinarlos para averiguar lo que una persona está pensando. Este Coronel felón,  es realmente una desgracia para la sociedad y para la institución que tiene parasitada.  Sabemos que no está loco, sino que es un psicópata, una persona que sabe lo que es el mal y decide hacer el mal, es por tanto imputable penalmente y llegará el momento que le pondrán los ganchos en la tierra o en el infierno y el bruxismo lo asaltará, Lucas 13:28. Mateo 8:12.

El Coronel psicópata, está convencido de que la sociedad, los usuarios y todo el que tenga según él, «el extraordinario privilegio»  de acceder a su deidad, al Coronel licántropo;  le deben pleitesía. Que los trabajadores y empleados le pertenecen, que son de su propiedad porque él es superior, él es la estrella de la empresa, que nadie puede opinar nada, ni divulgar nada de sus maníacas y delincuenciales agendas. Está convencido de ser el dueño y señor de las mentes de los que trabajan en la institución y de quienes la procuran como usuarios y si pudiera cual Nerón, en una expresión del  tirano, quien con un alma dañada expresó “si tuvieran una sola cabeza se las cortaría de un cuajo”.  Pero se quedaría sin súbditos que genuflexos y arrastrados le rindieran pleitesía y lisonjas.

Además este psicópata Coronel, es un incubo. Por sus perversiones sexuales y su conocida licantropía, se le puede equiparar a Asmodeus. Es cuestión de conocer realmente al personaje. Él se cree listísimo y que se las sabe de todas, todas. Nadie según su parecer puede superarlo en inteligencia y habilidades, por ser un portentoso depredador social.   

Y ahora que le han quitado o disminuido sus modos de corruptelas, pues gerentes de otras instituciones se ocupan de sus usuarios naturales, entonces el Coronel psicópata se ha reinventado y ha puesto en marcha una reingeniería de la corrupción. Ahora las coimas que deja de percibir producto de los chantajes y extorsiones y de la infinidad de vueltas que le da el Coronel psicópata, narcisista, licántropo y voyerista, al giro legal de la institución, para hacerse de fortunas junto a la borracha y a sus monos voladores cómplices y criminales; ha experimentado una espiral inflacionaria, y han reajustado el matraqueo y las marañas, para no registrar pérdidas en la red de corrupción.  Y estos matraqueos siguen siendo las extorsiones a los usuarios que permanecen , y a los que vienen de otras instituciones a quienes les ponen el ojo , porque en ese antro liderado por el Coronel psicópata, el funcionario corrupto que menos puja , puja una lombriz.  Y las marañas no son cualquier nimia ganancia, ¡no! , se trata de la sistematización de la corrupción en la que estos “compadres” se conocen todas las grietas por donde socavar la empresa y hacerse de grandes sumas de dólares a costa de una imagen vapuleada y tristemente cagada de una empresa social cuyas invirtudes ahora desesperan toda vez que los productos que abastecen a la sociedad están más podridos, más dañados y cada día son alarmantes las denuncias sobre los delitos que perpetran , por las astucias criminales que absorbieron en la empresa  que debía garantizar pureza y calidad , pero que entrega podredumbre y bandidaje, inmoralidad, vicio, depravación, corrupción, pecado y desenfreno.

La peor maldición que le cayó a la institución ha sido la corrupta gestión de este Coronel psicópata , malandro verde que nunca llegará a General. Seguramente le tienen apartada en el infierno una paila VIP, para él y para su adúltera barragana. Ahora mismo se siente en su salsa, hasta que arda en la zarza del averno. Recuerda que eres mortal y que nada te llevarás al morir , excepto tu banco de pecados y tus ofensas a Dios , por lo que deberás dar cuenta. 

Los sistemas de justicia y las leyes diseñadas para garantizarles la libertad a los inocentes, se ven burladas en sus programaciones filosóficas por quienes siendo azotes sociales e institucionales  , conocidamente culpables y criminales, aberraciones inicuas ; aprovechándose de lo que está concebido para gente decente y honorable ; izan banderas de libertad y la sociedad sigue siendo burlada y los burladores siguen cometiendo fechorías y la justicia de la ley  se convierte en injusticia para la sociedad.  Dejar la lepra que siga proliferando y el cáncer tomando raigambre, es la putrefacción de los sistemas infiltrados por la escoria social. Y así las ratas humanas se ríen de la uniformidad . Se presentan luciendo una neo-libertad, con sonrisas de triunfo llenas de maldad, unas verdaderas morisquetas.  Entonces, podemos hablar de las escorias en libertad.

“El ser humano es un mero mortal con defectos y virtudes, y no adquiere entidad divina por el hecho de desempeñar un cargo público.”

–        Del libro «La corrupción en España y sus causas» Ibiza Melián

crisantogleon@gmail.com

Profesor Universitario/Abogado/Periodista/Psicólogo/Escritor.

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