Dr. Crisanto Gregorio León
«La personalidad psicopática tiene una elevada probabilidad de vulnerar la normativa social y, por tanto, de entrar en colisión con el sistema judicial, de ahí su interés criminológico y forense»
Vaughn, Howard y DeLisi, 2008.
Este Coronel psicópata, narcisista, licántropo y voyerista, de quien he venido descubriendo y describiendo ante la sociedad su personalidad engañosa, tramposa y manipuladora, su predisposición a la delincuencia de bajo perfil y a la criminalidad encubierta, tiene mucho de cada sucio, es un hombre que según su propia concepción la naturaleza le fue propicia porque se siente grande y enseñoreado, pero para los expertos de la mente es un depósito de cuanta anomalía psicológica/psiquiátrica resulta de su prognosis. Pero no se trata de un loco, se trata de un delincuente con trastorno antisocial de la personalidad.
Al psicópata no le conviene tener en la institución gente proba con talento, porque ninguna inteligencia es bienvenida si no se hace parte de la corrupción interna que lidera este macabro personaje. El Coronel recluta personal que si bien pueda tener talento, no tenga probidad, aunque el talento no le es necesario sino la habilidad para delinquir; o prefiere gente que intelectualmente no lo opaque. Al tratarse de alguien incorruptible y con talentos, entonces enfila sus psicopatías en despreciarlo, en atacarle su autoestima, en acosarlo, en desprestigiarlo; porque no quiere gente que pueda enterarse de la corrupción interna en la empresa y los modos y formas de organización de la red de extorsión, del hurto de la comida, de los peajes internos por cualquier excusa en perjuicio de los usuarios, de las violaciones a los jóvenes y a los derechos humanos, de las trampas, de la alteración de los guarismos , y la venta ilegal de documentos y de cómo esta mafia se ha replicado territorialmente.
Este Coronel psicópata teme que una visión inteligente de una persona con background académico y capacidades competitivas , que efectivamente obtuvo el título a fuerza de estudios y que no lo obtuvo ilícitamente ; o una persona que con altas habilidades cognitivas y que además tenga principios morales y éticos , que al ver claramente lo que sucede internamente , sin la ceguera de la ignorancia acomodaticia , que por percibir la realidad objetivamente y en su justa medida , pueda ponerlo en evidencia al divulgar lo que otros no ven o no quieren ver y que por un mendrugo o por mucho más callan en una entrega de su autoestima, en vulgar valoración propia e incluso en insulto a Dios.
Para la alterada amígdala cerebral de este Coronel psicópata, él es el único que posee talentos y virtudes, el único que puede sobresalir, tiene un fuerte padecimiento de que nadie puede tener la gracia o la osadía de superarlo en nada, con una incapacidad maléfica para aceptar las competencias de otros, y esto es parte de su peculiar envidia , la que le tiene a quienes puedan poseer capacidades y talentos que dejen en evidencia que no es tan listo como pretende , o la envidia que piensa le tienen porque se cree la estrella , el magnífico, mejor que todos. Fíjense que se trata de un narcisista y es un prototipo del psicópata que como el agua de letrina tiene mucho de cuanto infecta y envilece su personalidad timadora.
Por la tan maléfica personalidad de este militar que nunca llegará a General, la gente talentosa es la principal víctima o presa de este depredador social, de este maléfico Coronel traicionero, que trafica con la hipocresía excusándose de no ser un felón mientras urde planes junto a sus monos voladores , la tropa de los necios , o monos jalabolas , para colocar celadas infames a quienes quiere destruir y se encabrita cuando sus presas escapan de sus trampas, porque por encima de todo quiere demostrar que no se equivoca, que sus juicios son infalibles , que sus pareceres son los acertados y que es muy perspicaz, que él es un hombre listísimo. Se cree tan listo que arruinó su propio ascenso y no pudo llegar a General, porque se auto saboteó. Este psicópata se maneja en todas sus relaciones depredadoras con la convicción de que todo el mundo tiene un precio y se equivocó con algunos Generales decentes que le dijeron que no.
Con este análisis en la cátedra de psicología forense se pretende hacer del conocimiento de quienes están afectados por este desalmado y caen en las estratagemas diabólicas de este que nunca llegará a General , que se pavonea como un dechado de virtudes cometiendo delitos y criminalidades de bajo perfil burlándose de la sociedad ; para que cuando llegue el momento de ponerle los ganchos , todos estén contestes de que no es loco , sino un psicópata y por tanto merecedor de las penas restrictivas de la libertad que le impongan. El tipejo sabe lo que hace, pero se hace el subnormal.
Bastante he reiterado en mis artículos, la circunstancia por la cual todo psicópata es narcisista y todo narcisista tiene perfiles procustianos.
Pues bien, la envidia y el miedo a ser superado personal y profesionalmente, por las ideas de aquellos que lo pueden y en efecto lo dejan en evidencia; hacen que el Coronel psicópata, narcisista, licántropo y voyerista, rechace las virtudes de otros porque no le son convenientes en esa madeja de ilicitudes y corrupciones donde un observador honesto y talentoso es un fuga en la seguridad de la red de delincuencia.
El narcisista como este Coronel es el propio huésped para el síndrome de Procusto, pues 1.- son personas con autoestima muy baja que aparentan lo contrario para resguardar su fragilidad en una falsa autoestima y en ello se inventan que son unos dioses. 2.- Presentan una continua sensación de frustración y baja tolerancia a esta. 3.- Están constantemente evaluándose o comparándose con los demás, porque quieren ser mejores que todos.
Este Coronel, no admite la divergencia, ni ideas contrarias a las que él expone en tanto las suyas son las únicas valederas y correctas, tiende a mandar a callar o hace señales indicativas que no expongan nada que pueda oírse mejor que lo que él expone o que por su desatinada exposición otros lo superen y no es porque sea un militar, sino porque es psicópata. No quiere gente que piense mejor que él, porque su pensamiento además de estar sucio por la corrupción no llega a tener la altura intelectual de quienes aportan para bien de la institución. Nada que no le deje ganancias criminales no es bueno ni intelectualmente correcto.
De este modo el Coronel psicópata establece actitudes de discriminación e incluso acoso hacia la persona que sobresale, a la que le tiene temor al considerar que puede amenazarle su propia posición o estima. Así este retorcido criminal, al que resalta, al que es más preparado, al más destacado, sino es su súbdito o su mono volador, entonces lo ignora o le tergiversa sus ideas, le hace críticas malsanas a sus intentos de pro-actividad y creatividad. Si en la relación laboral con dicha persona no puede callarla, entonces actúa vil y cobardemente.
El Síndrome de Procusto es una patología psicológica, que define a aquellas personas que como este Coronel psicópata, al verse superadas por el talento de otras, deciden menospreciarlas, incluso deshacerse de ellas por miedo a quedar en evidencia.
“No hay espectáculo, en verdad más odioso, que el de los talentos serviles.”
José Martí
Profesor Universitario/Abogado/Periodista/Psicólogo/Escritor