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A través de un comunicado, la Organización Nacional Indígena de Colombia-ONIC, informó que desde el 11 de enero comenzaron a llegar al municipio Puerto Carreño, capital del Departamento Vichada, indígenas de los pueblos amorúa y sikuani (jivi), provenientes del estado Apure, “debido a enfrentamientos armados entre la guerrilla del ELN y disidencia de las FARC”.

Aún se desconoce el número aproximado de desplazados.

Originalmente, los indígenas amorúa y jivi habitan en jurisdicción de la parroquia Codazzi, del municipio Pedro Camejo en Apure, específicamente en las zonas conocidas como La Macanilla, Cinaruco y Puerto Páez.

En esta última zona se ha generado conmoción por el asesinato, a principios de esta semana, de José Urbina, un activista político y comunicador popular, quien recibió impactos de bala en su residencia por causas aún no determinadas por las autoridades.

En el documento emitido por la organización indígena colombiana, se señala que los indígenas desplazados sufren además “amenazas contra sus vidas en sus territorios, el riesgo inminente de reclutamiento forzado de niños y niñas y la siembra de minas”.

Agrega la ONIC que la situación de desplazamiento forzado de indígenas del estado Apure hacia Colombia “se ha tornado en una grave emergencia humanitaria dadas las condiciones precarias e inhumanas en que se encuentra esta población indígena, especialmente para los niños, niñas, jóvenes, mayoras y mayores desplazados”.

La organización indígena exige a las entidades del gobierno colombiano que atiendan de manera inmediata a los desplazados, quien están asentados en Puerto Carreño, que ya denunciaron no contar con agua potable, alimentación, atención médica y albergues en condiciones dignas y pertinentes culturalmente.

Los indígenas jivi asentados en Apure y que se han visto forzados a desplazarse a Colombia esta semana, han sido ya golpeados por el accionar de grupos armados.

En el mes de junio de 2021, la organización FundaRedes denunció el asesinato de 6 indígenas jivi, en el sector El Mango, de La Macanilla, un hecho del que fueron responsables supuestos miembros de grupos armados irregulares que operan en la zona.

En marzo de ese mismo año, en el portal Punto de Corte, se denunció que muchos indígenas de la etnia jivi, que habitan las zonas de Cinaruco, Capanaparo y La Macanilla en el municipio Pedro Camejo, estado Apure, habían decidido abandonar sus tierras producto de los asedios de grupos armados. Se trasladaron hasta San Fernando de Apure huyendo de los irregulares.

En el 2021 el asedio y la penetración de grupos armados irregulares armados en territorio venezolano, también ocasionó el asesinato de 2 profesores indígenas en minas de la zona del Caura en el estado Bolívar y en el parque nacional Yapacana el estado Amazonas.

Sobre estos hechos no hubo pronunciamiento oficial de las autoridades venezolanas.

PRENSA KAPÉ KAPÉ/FOTOS CORTESÍA EL PITAZO Y FE Y ALEGRÍA

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