Tan acostumbrados se han vuelto los guyaneses a las continuas revelaciones de ExxonMobil sobre sucesivos descubrimientos de petróleo de «clase mundial» en la cuenca de Guyana/Surinam que la revelación de esta semana del mayor productor de petróleo de EE. Block, frente a la costa de Guyana, un área descrita como una de las «principales apuestas» de la compañía para el crecimiento de la producción en la próxima década, no provocó una respuesta notable entre el público guyanés en general.
En estos días, por mucho, el mayor interés nacional en lo que respecta a los recursos de petróleo y gas del país descansa en el ámbito político y, en estos días, se caracteriza por intercambios enconados a través de la división política que se centran en la administración de los recursos petroleros del país, particularmente, proteger esos recursos del control político partidista. Cómo se distribuirán los recursos petroleros del país, más específicamente, sus miles de millones anticipados en ganancias de los mismos, y más inmediatamente, cómo lograr un equilibrio entre las prerrogativas de los inversionistas extranjeros y los beneficios de contenido local que obtendrán los inversionistas guyaneses.
Ha habido, también, un discurso vigoroso sobre la mejor manera de proteger el petróleo del país y de los manejos políticos partidistas.
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