Gerónimo Figueroa Figuera
CNP: 569
El martes 31 de mayo 2021 en la tarde, la ONG Funda Redes dirigida por Javier Tarazona, publicó en twitter que la fuerza armada venezolana, así en minúscula a propósito de nuestra parte, se retiró de la zona donde se habían producido varias emboscadas con importantes bajas de soldados venezolanos, muertos, heridos y capturados como rehenes, perpetradas por guerrilleros narcotraficantes pertenecientes al frente 33 de la FARC, quienes desde hace algún tiempo tomaron por asalto parte del territorio del estado Apure y lo convirtieron en centro de operaciones para el tráfico de todo tipo de drogas, especialmente cocaína, sin encontrar ninguna resistencia por parte de quienes están obligados por la Constitución Nacional a defender la integridad del territorio nacional.
Inmediatamente vimos en las redes sociales que los ocho militares que habían sido capturados en una emboscada el 23 de abril 2021 habían sido liberados y eran chequeados medicamente en Caracas. Sin embargo, y aunque el general Padrino López aseguró en un comunicado que los soldados venezolanos fueron rescatados con la activación de la operación “Águila Centenaria”, todo indica que fue una liberación porque como lo dijo Javier Tarazona de Funda Redes en su cuenta de twitter, horas antes las fuerzas militares venezolanas se habrían retirado de la zona en disputa posiblemente como exigencia de las fuerzas irregulares de la narcoguerrilla que los tenía secuestrados.
Debemos recordar que después que el presidente Alvaro Uribe derrotó militarmente a los grupos terroristas de las FARC que durante 65 años asesinaron a inocentes, secuestraron ciudadanos para cobrar rescates, violaron mujeres que salieron embarazadas y luego las obligaron a abortar por la fuerza, secuestraron niños para incorporarlos como combatientes en sus filas y pusieron bombas en clubes infantiles produciendo decenas de muertos y heridos, huyeron hasta el territorio venezolano y sin recibir ninguna resistencia por parte del régimen chavo-madurista se instalaron en las zonas fronterizas primero, y luego extendieron su influencia a otras partes del territorio venezolano. Este paso de las Farc ya lo había dado primero el también grupo narcoterrorista del ELN por los lados del estado Amazonas y parte de Apure.
Pero como perro “guevero” aunque le quemen la trompa no deja de ser malamañoso, tal como dice el refrán criollo, el alias Iván Márquez y el alias Jesús Santrich, a pesar de la promesa que hicieron de dejar el tráfico de drogas cuando firmaron el mal llamado acuerdo de paz con Juan Manuel Santos, siguieron traficando pero fueron detectados por los servicios de inteligencia de Colombia y EEUU, y al verse descubiertos huyeron hasta Venezuela donde entraron sin ninguna resistencia por parte de quienes están obligados a proteger las fronteras y hacer preso a cualquier delincuente que entre a nuestro territorio. En esa oportunidad Maduro en cadena de radio y televisión dijo que le informaron que Iván Márquez y Jesús Santrich estarían llegando a Venezuela y que él los recibiría en Miraflores en nombre de la paz.
Márquez y Santric se instalaron en territorios de los estados Apure y Zulia pero también extendieron su influencia a otros territorios nacionales, especialmente en Bolívar y Amazonas donde controlan parte del oro y otros minerales que sacan de esa zona utilizando sustancias nocivas, sacrificando la flora y la fauna, y derramando sangre de venezolanos que trabajan como esclavos en esa zona que a pesar de ser propiedad de los venezolanos, es explotada y disfrutada en este momento no solo por los guerrilleros de las FARC y ELN colombianos, sino también por grupos terroristas del Medio Oriente como Hezbolás y también directamente por los regímenes de Rusia, China, Irán, Turquía, Bielorrusia y Cuba, quienes además se comparten militarmente el territorio venezolano con los grupos narcoterroristas sin que reaccionen las fuerzas “comandadas” por Padrino López y Remigio Ceballos.
Según versiones que circulan por redes sociales y chismes de pasillos en voz alta, el frente 33 de las FARC comandado por alias Gentil Duarte, el ELN y otro frente de las FARC comandado por alias Iván Márquez se estarían disputando el control del territorio apureño que usan como “puente” para enviar a Europa, EEUU y otras partes del mundo la droga que producen en Colombia. Indicando que desde hace rato Venezuela es un país fallido y forajido donde el 95% de su población está en fase de exterminio por falta de alimentos y medicamentos porque todos los precios están marcados en dólares y el salario mínimo mensual es de siete millones de bolívares, tres dólares.
Sin embargo, mientras esa tragedia humanitaria consume apresuradamente a los venezolanos hay una comunidad internacional que no entiende o NO quiere entender que en Venezuela no hay una dictadura militar clásica como las que existieron en Latinoamérica en las décadas de los sesenta, setenta y parte de los ochenta del siglo pasado, sino que está secuestrada por una corporación criminal internacional formada por mafias terroristas y potencias militares extranjeras, imposible de ser derrotadas por los venezolanos cuyas armas son banderas, pitos, consignas y pancartas.
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