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Ni las autoridades aeronáuticas del Táchira, ni las de Mérida, tenían conocimiento del plan de vuelo de la avioneta, por lo que no se descarta que haya sido un viaje ilegal

EL DATO

Uel Leite de Souza, piloto brasileño, quien el 1° de julio próximo cumpliría 71 años, con residencia en Maringá, fue una de las víctimas del siniestro en el páramo

EL día lunes se logró la identificación plena de uno de los dos tripulantes de la avioneta de origen brasileño que, el sábado en la tarde, se precipitó a tierra en una zona montañosa, entre los municipios Jáuregui y Sucre.

Se trataba de Uel Leite de Souza, un piloto brasileño que el 1° de julio próximo cumpliría 71 años, residenciado en Maringá, un municipio del norte del estado brasileño de Paraná, quien en Brasil, su país de origen, fue procesado en al menos tres oportunidades por vínculos con el narcotráfico.

En cuanto a su acompañante, de unos 40 años, contextura regular, cerca de un metro 75 de estatura y piel trigueña, solo se logró incautar entre los escombros de la avioneta una tarjeta de crédito de la entidad bancaria Acesso Internacional, signada con el número 5292 0502 4702 3451, a nombre de Luis A. P. Espíndola, que se presume era suya.

De este último se conoció que, como señas particulares, tenía tres tatuajes: uno, de una serpiente en la región del antebrazo, lado izquierdo; otro con una calavera con dos huesos, en la región posterior de la pierna izquierda; y un tercero: un rayo y la letra “J”, en la región palmar del antebrazo izquierdo.

De acuerdo con los baquianos, la tarde del sábado vieron cuando la avioneta “daba vueltas” y luego se precipitó a tierra. Despúes se movilizaron hasta la zona donde cayó la aeronave, confirmando el accidente ya en horas de la noche. Uno de los cuerpos quedó en la cabina; el otro habría salido expelido varios metros, cayendo entre la maleza, en el sector El Cienagón, Laguna Grande, entre los páramos El Batallón y La Negra, del municipio Sucre

En cuanto a la aeronave siniestrada, como ya se dijo, brasileña, no habían logrado conocer las siglas, dado el deterioro en que quedó, pero sí se logró obtener una placa identificadora, donde se lee: Teledyne Continental Motors, así como los siguientes seriales: PN 631351 y SN H037301.

Distintas comisiones de rescatistas y policiales, de Táchira y Mérida, estuvieron en el sitio, pero fueron los funcionarios del Cicpc-Táchira, adscritos a la delegación municipal La Grita y de la delegación municipal La Fría, quienes se encargaron de las experticias correspondientes, así como del traslado de los cuerpos a la morgue del Hospital Central de San Cristóbal.

Colectaron, como evidencias: una tarjeta de crédito, perteneciente a la entidad bancaria Acesso Internacional, signada con el número 5292 0502 4702 3451, a nombre de Luis A. P. Espíndola; una tarjeta de crédito perteneciente a la entidad bancaria Itaú Uniclass, signada con el número 5149 4506 8689 3023, a nombre de Uel Leite de Souza; tres fragmentos de papel blanco, plastificados, en los que figura la imagen de una aeronave Cessna 310Q.

También, una etiqueta, amarilla, perteneciente a la empresa de aeronaves Manav Manutecao de Aeronaves LTDA, Aeropuerto de Penapolis Cine, de Sao Paulo, elementos que serán determinantes para identificar la aeronave, su plan de vuelo, y también a la segunda víctima.

Vale mencionar que, en razón de que las autoridades aeronáuticas de Táchira y Mérida no tenían conocimiento del plan de vuelo de la avioneta, no se descarta que haya sido un viaje ilegal, que haya despegado de una pista privada o clandestina; sin embargo, por ello se desconoce hasta el momento de dónde partió y cuál era su destino.

Igualmente, se investiga si la causa de accidente fue una falla mecánica, un error humano o si influyó el clima.

Miriam Bustos/LA NACIÓN WEB

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