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Escrito por Francisco Cedeño Lugo

“Cada pueblo será libre a su modo y disfrutará de soberanía, según la voluntad de su conciencia”

Simón Bolívar

Por huella de un conflicto entendemos,  la idea de una nación soberana, la configuración  interna del Estado nación, la ruptura con las modalidades de inserción de las naciones en un sistema mundo estructurado por relaciones asimétricas, el quiebre político y económico del  liberalismo: desde la perspectiva  del tránsito  ecosocialista

La idea de una nación  representada en el Preámbulo de la Constitución exige de construir su existencia efectiva dotada de una capacidad tal que determine su legitimación y su reconocimiento  en cualquier situación  de relación de fuerza  entre los Estados nación;  la cuestión ineludible en ese horizonte, es cómo determinar  la apropiación y gobernanza del territorio así como  los vínculos  entre la población y el Estado

Los principios políticos de la constitución de la República de Venezuela significan  el núcleo estratégico del pensamiento de Simón Bolívar, el acto original y  radical originalidad de pensar la  creación de una República independiente, en el marco de  la emergencia de un sistema mundo capitalista regulado relaciones coloniales y la doctrina  liberal.

La envestidura de  la nación Venezuela traducida por el texto constitucional  significa la huella de un conflicto que resulta de la resistencia política y cultural orientada a  contrarrestar, desplazar y erradicar las condiciones externas y particularmente las  internas que determinan la inserción de nuestra Patria, en el sistema mundo, con base de relaciones asimétricas:

En esos cruces de espadas tenemos los desacuerdos radicales entre la América Meridional (el mundo de El Libertador) y el panamericanismo imperialista,  entre  los bolivarianos y los santanderianos (los acólitos de Jeremy Bentham).  En palabras de José Saint Rotz: la impugnación de Bolívar a la “locura liberal”

En Simón Bolívar encontramos  la querella contra   la política de las elites  criollas  para instituir remedos de repúblicas y/o  naciones calcadas del utilitarismo-liberal de Bentham y las normativas constitucionales y legislativas del liberalismo político y económico, reafirmando así las relaciones asimétricas entre el Estado nación Venezuela y el sistema mundo hegemonizado por las potencias imperiales, a contramarcha de las Repúblicas Independientes y  libres de la constelación de agravios colonialistas, En clave bolivariana:

La alternativa para El Libertador de ningún modo es la  extrapolación del canon de Europa Occidental y del constitucionalismo liberal, esto es, la institucionalidad normada por  las oligarquías serviles que   instrumentalizan visiones eurocéntricas, apelando a los simulacros de “naciones liberales”.  Y la diferencia de Bolívar es auto-reconocimiento  de “alfarero de repúblicas”, que  Miguel Acosta Saignes resume impecablemente:

“Sólo Bolívar… pudo someter su proyecto a la piedra de toque de la realidad, del funcionamiento verídico en medio de clases sociales en lucha, de nacionalidades incipientes, de búsquedas incesantes, de explotados ansiosos, de tensiones internacionales, de influjos adversos y de esperanzas inagotables… sólo el Libertador tuvo una verdadera república de carne y hueso, con llamas y vicuñas, con indígenas descendientes del Imperio del Sol, con poetas y políticos y soldados llaneros de Venezuela, llegados a las alturas del Potosí, para el ensayo de su primera utopía en las manos de su hermano en los combates, Sucre, otro utopista silencioso, tesonero y eficaz… Privilegio extraordinario de la historia, concedido a quien no sólo fue un pensador, un imaginativo, sino también realizador infatigable.” (1)

Para hacer realidad  la “verdadera república de carne y hueso”,  Bolívar se deslinda de “tan perniciosos maestros, las lecciones que hemos recibido y los ejemplos que hemos estudiado son los más destructores” (2);  y visualiza  la libertad en el Nuevo Mundo en tanto el asunto  “más extraordinario y complicado”.

Desde esas coordenadas, El Libertador define  el problema estratégico que el Comandante Hugo Chávez hace suyo: la creación real y efectiva de la República exige de  determinar la “estabilidad social y reposo doméstico” que asegura su reconocimiento en el sistema mundo. En ese borde del Estado nación, el Comandante Chávez proyecta la  nación Venezuela  no  en términos de la extinción del Estado  sino asumiendo su reconfiguración  en correspondencia con el Preámbulo de la Constitución del 99,  la reconversión del aparato  estatal  por la política de la democracia participativa y protagónica, la erradicación de la dependencia de la industria del petróleo y la construcción del poder comunal.

Ese mega cortocircuito constitucional (esto es, ético, político-ideológico, geopolítico, económico y militar) implica plantearse ¿Cuáles políticas y estrategias aseguran la consolidación el Estado nación Venezuela, integralmente soberano, y por tanto revierten su actual posición en el sistema mundo? ¿Cómo hacerse cargo de la guerra de amplio espectro  desencadenada por monroísmo y  los capitales transnacionales?  ¿Y cómo determinar el proceso de transición ecosocialista?

La evidencia empírica demuestra que la alternativa  del cambio revolucionario,  pasa por el agotamiento del liberalismo político y económico.  En términos aún más concretos, el desempeño de la revolución bolivariana requiere de erradicar el liberalismo trunco de la burguesía estéril que instituye la rémora del país portátil.

Desafíos de las Ciudades Comunales

Determinar la naturaleza vinculante de la toma de decisiones por el poder comunal: territorios de los modos de vivir dignos y justos, y fuentes generadora de sistemas de gobernanza democrática enfocados en servir al pueblo y determinantes de  la efectiva transferencia de competencias, por parte de las  gobernaciones y las alcaldías al  poder comunal.

Asegurar  la Defensa y Seguridad de la Nación

Generar los escenarios de  una mayoría de  democrática y patriótica, la convivencia  y los vínculos sociales fundamentados en por la resolución política de las contradicciones en el seno del pueblo.

Redefinir la transición  socialista en tanto tránsito ecosocialista y una nueva geometría del poder.

  • ACOSTA SAIGNES, Miguel (2010), “Bolívar, acción y utopía del hombre de las dificultades”. Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, Venezuela, p 321
  • Discurso de Angostura

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