Una madre venezolana cruza la frontera hacia Colombia. Foto: PanamPost
Compartir

César Malavé

Hay un algo especial en todas las familias alrededor de las Madres. Son el centro, nervio, motor, espíritu y realidad de todo cuanto puede ser una familia. Más allá del nivel socioeconómico que tenga, la Madre ha sido y será siempre ejemplo y guía para todos cuantos se forman a su alrededor. Y este domingo, cuando volvamos a recordarla,  felicitarla presencial o a la distancia veremos que hay algo en común en todas nuestras madres.  El oficio de la maternidad cambió sus roles en la actual coyuntura. Nuestras madres hoy luchan por la libertad. Las madres han tenido que hacer el esfuerzo para apoyar de manera incondicional la rebelión democrática de sus hijos, que se enfrenta a una represión nunca antes vista en el país. Este caso en particular me hizo recordar una obra que leí en mi época juvenil y aún mantengo muy cerca de mí. Casi al alcance de mi mano: “La Madre” de Máximo Gorki. La obra Narra la historia de una campesina rusa, Pelagia (conocida como «la madre»), personaje con el cual Gorki pretende simbolizar el despertar del pueblo ruso a la realidad socialista, atacando al tiempo las instituciones del zarismo (gobierno, iglesia, judicatura, policía, ejército.

Pelagia se convirtió en la mejor colaboradora de sus hijos y de los jóvenes que luchaban contra la injusticia de una sociedad como la venezolana, donde una elite disfruta de las riquezas y la gran mayoría de las migajas de su derroche.  Se negó a quedarse en humilde vivienda, lamentándose en solitario, no obstante  entendió que solo involucrándose sin descanso, aunque fuese repartiendo folletos, sería posible que su futuro fuera otro. Desde hace más de 20 años Venezuela se ha minado de  Pelagia Nilovna: las madres de los centenares de caídos defendiendo el derecho a vivir en libertad y dignamente. Las de los miles presos, torturados o aventados por la necesidad hacia la diáspora. Las de los centenares de miles niños flacuchentos que se acuestan sin comer o que enfermos padecen por la falta de medicamentos, Pelagia Nilovna tenía la opción de continuar esclavizada esperando por un pedazo de pan o las pocas monedas que su muchacho Pavel le entregaba del trabajo en la fábrica que para nada alcanzaba pero decidió luchar y entonces fue otra.

Hoy Día de las Madres, “La Madre” nos da una lección de dignidad. De lo que debemos hacer los venezolanos frente a la tiranía. Luchar siempre por la libertad y la dignidad, evitando equivocarse en la táctica. En ese sentido nos enseña que para triunfar en la lucha contra la barbarie, se hace imprescindible estar conscientes de nuestra preparación constante y ser capaces de idear el mejor camino que nos haga transitar de la oscuridad a la luz. Por ahora ese sigue siendo la ruta electoral.

@cesarmalave53

Deja un comentario