Compartir

Pánfila Marquina, mujer warao con 66 años de sabiduría cultural, relata que el baño es una de las tradiciones de su pueblo. Para esto utiliza hojas medicinales, que le permiten ofrecer la práctica que acompaña con palabras litúrgicas

Los waraos combinan sus conocimientos tradicionales y ancestrales con la energía positiva del Viernes Santo para curar e invocar la salud y el bienestar para la familia. Así lo dijo Pánfila Marquina, mujer warao con 66 años de sabiduría cultural y quien aprovecha todos los Viernes Santos para alejar los males. En sus acciones de sanación utiliza hierbas naturales, restos de leñas de fogón, agua y todos los objetos biodegradables que se encuentran en su medio.

odos los Viernes Santos a las doce del mediodía, nosotros los waraos acudimos al poder de la naturaleza para invocar la salud de la familia, principalmente la de los niños y adolescentes, aunque todas las personas lo hacen”, testificó Marquina mientras realizaba el ritual con uno de sus nietos.

En su relato señaló que el baño es uno de las más tradicionales en esta costumbre, y para esto utiliza hojas medicinales y las prepara en ollas para ofrecer la práctica que acompaña con palabras litúrgicas o simplemente con frases que invoquen salud, buen crecimiento, sabiduría y mucha prosperidad y larga vida para el niño o el adolescente.

De igual forma, Jesús Ramos, un joven indígena, aseguró que su abuelo Otilio Gonzalez cumplió el pasado 18 marzo sus 97 años y siempre ha realizado baños consecutivos los Viernes Santos. “Es la realidad, mi abuelo es un warao muy tradicional. Toda su vida se ha bañado los Viernes Santos con hojas frescas de las plantas y se las restriega en todo su cuerpo”, indicó.

El secreto de tener una gran cabellera

Asimismo, las mujeres waraos afirman que tienen el secreto bien guardado para tener una gran cabellera. «Desde muy niña, las madres indígenas acostumbran a cortar la punta de la cabellera de la niña o adolescente los Viernes Santos.

Nicaulis Marquina, madre warao de 52 años, compartió la costumbre del corte de pelo a las niñas y adolescentes. “Lo hacemos desde la infancia, pero también lo pueden hacer las adultas para mantener la profundidad de su cabellera y el color negro del pelo”, aseguró mientras le realizaba el corte de pelo a una niña de nueve años.

Las personas consultadas dijeron que tienen profundo respeto por las costumbres eclesiásticas. Afirmaron que la Semana Santa no es parte de su tradición propia y agradecieron a los misioneros sacerdotes que trajeron la evangelización a sus pueblos. La acatan, aseguraron, pero sin dejar a un lado sus creencias, su cosmogonía y su cosmovisión religiosa.

MELQUIADES ÁVILA/EL PITAZO

Deja un comentario