Se ha conocido de tres venezolanos asesinados en Perú, en este año. Este país parece ser una nueva amenaza para los connacionales.
La noche de este miércoles, Jesús Castejón Córdoba (25), fue asesinado en el cruce de la avenida Los Álamos con calle Los héroes, muy cerca del Puente Alipio, distrito limeño de Surco, en Perú.
Medios informaron que dos personas desconocidas lo ataron y luego le propinaron múltiples impactos de bala.
Según el medio, los culpables huyeron en la moto de Córdoba, con la que trabajaba como repartidor y la dejaron abandonada a la altura del Puente Alipio.
Karenis Ávila, su esposa, solicitó a las autoridades peruanas que recurran a las imágenes de las cámaras de videovigilancia en la zona donde los autores del crimen abandonaron el vehículo.
Funcionarios de criminalística presumen que el asesinato sea por robo o ajuste de cuentas.
Lanzaron desde un tercer piso a tachirense
Otro hecho lamentable fue la de un tachirense, quien habría sido lanzado desde un tercer piso de un edificio, en Villa El Salvador, en Perú.
No bastó la golpiza que recibió por un grupo de supuestos peruanos, sino también fue lanzado, desde un tercer piso.
La víctima respondía al nombre de Wilmer Jaimes Colmenares de 41 años de edad y era oriundo de la ciudad de Michelena del estado Táchira.
Diarios locales informaron que el ahora fallecido, compartía con un grupo de amigos desde hace dos días antes que ocurriera el hecho.
“Ellos tenían dos días tomando, pero no sé, pareciera que le hubiesen echado algo en el trago, porque uno de ellos, fue a trabajar y llegó como hablando solo, actuando raro (…) aquí (Perú) hay mucha maldad, uno tiene que saber con quién anda, porque es otro país, la xenofobia a los venezolanos está muy marcado acá, Wilmer era ingeniero agroindustrial, y trabajaba cerca de la fábrica donde le pasó eso”, relató la prima hermana del venezolano, Karla Tapias.
“Me dijeron que en la mañana mi primo hablaba incoherencias, veía a los muchachos donde trabajaba y supuestamente no los reconocía, él estaba ido, desorientado, a la señora que grabó el vídeo, le llegaron a preguntar qué pasó, ella dice que lo vio caminando normal, y tal vez se confundió, entró a ese piso y lo empezaron a empujar, y a dar golpes, pero como acá están con la xenofobia, lo agarraron entre todos, lo amarraron con papel envoplast, y lo lanzaron desde el tercer piso y cuando cayó le entraron a patadas”.
Tapias pidió a las autoridades peruanas que se investigue el caso y den con el paradero de los homicidas ya “que hasta el momento no han sido investigadas y mucho menos, detenidas”, declaró.
“Yo quiero poner esta denuncia, para que esto no siga ocurriendo, no se puede estar matando a personas inocentes, el sábado fue él, mañana puede ser otro simplemente por xenofobia, cuando se fue a la policía para saber qué información tenían, lo tenían hasta registrado con otro nombre, que era colombiano, y quieren hacer pasar el hecho como si mi primo estaba robando, porque ayer cuando los compañeros de él se fueron a preguntar qué sucedió, los policías se pusieron nerviosos, y no quieren entregar ni los vídeos de las cámaras de seguridad”, culminó.
Wilmer Jaimes Colmenares residía desde hace cuatro años en Perú y trabajaba delante del edificio donde fue arrojado por sus victimarios.
La primera víctima del año
El pasado 24 de enero, Orlando Abreu Suárez de 27 años, fue asesinado por un peruano en la ciudad de Trujillo.
No fue sino hasta el 12 de febrero cuando a través de las redes sociales se difundió el video donde Abreu Suárez protegiéndose con una silla trataba de conversar con “cara cortada”.
Según medios locales, “cara cortada” integrante de una banda dedicada a extorsionar a los vendedores informales, mató a sangre fría al criollo presuntamente por no pagar a tiempo su vacuna.
Con información de El Periódico de Monagas