Tucupita. La inflación descomunal ha pegado duro al bolsillo de los deltanos, muchos son los hogares que no tienen como sustentar los alimentos.
La desigualdad social ha llegado a niveles impredecibles ya no se puede vivir con esta situación; depender de una nómina para cubrir las necesidades pasó a la historia.
Sorpresivamente, el gobierno regional hizo efectivo el pago de la primera quincena del año causando una inmensa decepción en la mayoría de los trabajadores.
En la actualidad, cualquier empleado que percibe lo equivalente al salario mínimo si va al mercado se encuentra con la infausta sorpresa que solo le alcanza para comprar una harina.
Para Luis Alexander García, es imposible mantener a sus hijos con ese sueldo. “No es fácil para un humilde trabajador que gana apenas 1.800.000 bolívares quincenal, comprar la comida básica, cuando un paquete de harina de arepas cuesta el millón novecientos “, indicó.