Deltanos solo alcanzan mirar los precios. Hay un desánimo, ya nada fue igual, y más si ya están a la vuelta de la esquina las fechas más importantes para muchos, cada 24 y 31 de diciembre.
No hay mucho que hablar. Miras a las personas y a simple vista hay un brillo no tan colorido en sus pupilas. Parece apagarse con el pasar de los días.
Fue un año para el olvido, la crisis social estuvo acompañada de la peor tragedia que ha visto el mundo a lo largo de la historia, una que acabó con familias enteras y sin nadie que pudiera honrarlos con una ceremonia digna.
Un 2020 que todos quieren sea solo un sueño, que nunca pasó. Aquello ya no será igual.
Es diciembre, muchos estarán apagados en la cuenta regresiva para recibir el 2021: “este tiempo ya había mucho movimiento, la gente no veía lo que compraba, había con qué. Ahorita lo que uno gana es para medio comer”, fueron palabras de un docente que depende de la nación.
Las costumbres de las fiestas decembrinas están bajo amenaza en muchos hogares, aunque para otros lo más importante es tener claro el verdadero sentido de la Navidad, no se trata de comida o si luces una ropa nueva, sino de que dejes que el niño Dios nazca en tu hogar, pero sobre todo, en tu corazón.