Tucupita, (Especial).- Una propuesta que ha diseñado el Instituto de Estudios de la Fronteras de Venezuela (IDEFV) y el Frente Institucional Militar (FIM), organismos que han consignado en varias instancias del país un documento que contiene todos los argumentos y elementos probatorios de la posesión y soberanía histórica de Venezuela en la Zona en Reclamación.
Quisimos conocer la opinión del Dr. Abraham Gómez, estudioso desde hace muchos años de esta controversia, quien es miembro además del Consejo Académico del (IDEFV), al respecto nos señala: “ Lo declarativo atinente a la reivindicación para nuestro país, de esa inmensa área que nos arrebataron, es importante; sin embrago, hemos sostenido, insistentemente, que también debemos darle consistencia y solidaridad para trenzarnos en familiaridad nacionalista con los Esequibanos; y en base, a los Justos Títulos que nos respaldan una vez recuperada la Guayana Esequiba debe decretarse para esa extensión territorial el estado Manuel Carlos Piar. Digámoslo más directamente: la reconfiguración política-administrativa para la incorporación, en el concierto de los demás estados federalizados de Venezuela, a esa séptima parte de nuestra geografía nacional”
Preguntamos, al Dr. Gómez, ¿Cómo se haría, de llegar a convertirse esa zona en un nuevo estado para Venezuela, con los habitantes que allí se encuentran, y han vivido por años?
“Me agrada tu Interesante apreciación, porque me permite añadir lo siguiente –expuso– Todos debemos estar comprometidos en este propósito, sin diferenciaciones de ningún tipo. Este asunto litigioso, que lleva más de cien años, debemos asumirlo como Política de Estado, y no como reacción espasmódica de gobiernos. Fíjese: una tarea prioritaria, para ir echando las bases idóneas al venidero estado Manuel Carlos Piar (así lo estamos denominando desde ahora) debe ser la obligatoriedad de enlazarnos y tejernos como compatriotas con esos grupos humanos, tan venezolanos como cualquiera de nosotros. No debe importarnos únicamente reclamar la extensión territorial y su proyección marítima; por cuanto, la gente que allí convive merece estar imbricada a nuestros sentimientos de sano nacionalismo para que obtengan desde nosotros sentido de pertenencia e identidad con el resto de Venezuela.
Y esa gente estará dispuesta a aceptar la nacionalidad venezolana, después de muchos años viviendo con la cultura guyanesa; ¿sus costumbres, idioma, educación, su forma de ser…?
En ese sentido, usted tiene razón; porque la identidad nacional no se decreta; se construye, cada día, con sensibilización e incentivación con los elementos patrios de nuestra venezolanidad. Además, lo diré con toda responsabilidad. La mencionada geografía humana, que convive en ese territorio, debe llamar la atención y la preocupación de quienes ejecutan Políticas Públicas, por parte del Estado venezolano, con la finalidad de corresponderles debidamente y como se merecen, en todas las áreas pertinentes a su subsistencia; particularmente en cuanto a: cedulación, salud, educación, servicios públicos, turismo, deportes, cultura, apoyo a la producción; en fin, todo lo que sea necesario para vincularlos con nuestra venezolanidad, que asimismo les corresponda a ellos, en justicia plena.
Nos gustaría saber, ¿cuáles son los pasos siguientes, para que esa propuesta de estado Piar, que ustedes manejan para la Guayana Esequiba, pueda alcanzarse…?
Primero, hay que estar expectantes sobre la decisión que pueda tomar en los próximos días la Corte Internacional de Justicia; instancia tribunalicia que ahora dirime la contención; precisamente, porque Guyana introdujo una demanda contra Venezuela para que admita como válido y vinculante el írrito y nulo Laudo Arbitral de París de 1899. Ese juzgado debe determinar, antes que nada, si posee competencia y jurisdicción para conocer forma y fondo en este litigio. Una vez que ese Alto Tribunal sentencie, nuestro país debe afinar las estrategias para proceder en consecuencia. Justamente, la transformación de la Guayana Esequiba en nuevo estado de la República Bolivariana de Venezuela estaría en los esquemas de factibilidad para reivindicar, lo que vilmente nos arrebataron.