El presidente de la Asociación Civil Kapé Kapé, Armando Obdola, afirmó que a más de 500 años de la llegada de los españoles los indígenas venezolanos siguen siendo víctimas de la invasión de su tierra y cultura.
“Además de los grupos mineros, los indígenas se enfrentan a la llegada de grupos guerrilleros, a pesar del llamado de atención que hicieron desde un principio a las autoridades, por eso tenemos un nuevo 12 de octubre en las comunidades indígenas del sur”.
Obdola lamentó que por la falta de apoyo gubernamental y la complicidad de grupos del Estado, los indígenas estén perdiendo la batalla contra los grupos armados que poco a poco se han ido apoderando de sus espacios.
“En zonas de los municipios Sucre, Sifontes y Cedeño de Bolívar ya hay una permisividad por parte de los indígenas hacia estos grupos porque no tienen medios para oponerse. Hoy en día existe otro estado de violencia, agresiones y chantaje al igual que el 12 de octubre con la llegada de los españoles”.
El presidente de Kapé Kapé considera que la crisis que atraviesan hoy día los indígenas no está relacionada sólo con el aislamiento provocado por la COVID-19, sino a factores precedentes por la debacle económica que vive el país, “la necesidad ha obligado a los indígenas a participar de la destrucción de sus tierras”.
“Los indígenas no tienen cómo comer, ni producir, llegan estos grupos, que fueron denunciados en un principio por los indígenas, con estos “espejitos” y al no recibir respuesta, ni protección, han tenido que dar permisividad a su presencia bajo amenaza, como pasó con Kuyujani en el Caura y como lo comenzaron a hacer ya en Amazonas”.
Agregó que en el municipio Antonio Díaz, de Tucupita se ha reportado también presencia de grupos armados extranjeros “grupos de guyaneses y colombianos agrediendo, estafando y forzando a grupos indígenas a salir de sus comunidades”:
El presidente de Kapé Kapé, Armando Obdola concluye que los indígenas siendo dueños legítimos de su tierra, actualmente viven esclavizados en sus propios espacios por grupos armados de sindicatos y guerrilla, que actúan bajo la inoperancia y complicidad de las instituciones del Estado.