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La emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus ha golpeado a todo el planeta, su gente lo ha sufrido. Delta Amacuro no ha sido la excepción, el paseo Manamo, que tanto lo ha enaltecido, también vive su propia pandemia.

Este sitio que ha sido testigo de amores y desamores, de rumbas y placeres, ya no pudo abarcarlos desde que inició el brote infeccioso.

El espacio ahora también ha mostrado otro rostro, y no uno para el encanto de quienes pueden visitarlo.

Solo basta caminar, ejercitarse, o simplemente pasar por esos espacios y ver las condiciones críticas por los desechos sólidos que se mantienen en cada rincón de este paseo.

Este espacio que ha sido uno de los lugares turísticos más emblemáticos del país venezolano, y así lo confirman sus visitantes, sí, es este paseo y que también tiene su doble cara.  

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