Las personas en las calles volteaban a mirar, algunas daban pausa a sus pasos para admirar y aplaudir la labor, murmuraban entre sí, ¿Quiénes son?, fue la inquietante interrogante que pasó por la cabeza de los tucupitenses en horas de la mañana de este viernes 25 de septiembre.
Corazones de jóvenes entregados al servicio de los más vulnerados estaban allí. Acalorados y con sed de brindar una mano amiga a los más desposeídos y, en condiciones de calle.
Bajo el sol se mantenían, eran ellos, un grupo de muchachos que dan vida a la fundación Regálame Una Sonrisa. Una organización que empieza a dar de qué hablar por su iniciativa y que ha conquistado y ha hecho valer su nombre, regalar sonrisas.
Este viernes 25, recorrió las calles del centro de Tucupita.
Los muchachos iniciaron aproximadamente a las 9:30 de la mañana con la entrega de útiles escolares, una cantidad que, al menos, podrá contribuir a la educación del niño en Tucupita. De lo poco o mucho, los beneficiados solo pudieron agradecer y mostrarse satisfechos.
Los jóvenes, no conforme con eso, partieron a invadir el centro de la capital deltana. Esta vez con arepas rellenas.
Cada esquina, cada calle fue recorrida en busca de aquellas personas que quizá no habían ni siquiera alcanzado un bocado de comida esa mañana. Los rostros de hambruna de los niños y adultos así lo reflejaban.
Fue repartida hasta la última arepa. Sí se pudo regalar –otra vez– una sonrisa.
Eric Brito, presidente de la fundación, y sus muchachos, manifestaron estar satisfechos por la labor. Ellos solo intentan robar sonrisas a las personas de mayores carencias en la localidad.
La fundación deja claro que su único objetivo es aportar, brindar apoyo. No pertenece a ningún organismo político, no busca figurar en ninguna contienda. No es el lineamiento.
Regálame Una Sonrisa está presto a recibir donaciones de comida, ropa, medicina, y otros artículos que puedan solventar carencias.
La arepa fue repartida por la colaboración de varias personas que pudieron donar los productos como la harina de maíz, el queso y la carne.