Francy Gregoria Pérez de 33 años, una de las personas gravemente heridas en la explosión en uno de los apartamentos del edificio Mystik Tower, ubicado en Ciudad de Panamá, falleció luego de batallar por 8 días con las quemaduras de segundo y tercer grado que afectaron a más del 50% de su cuerpo.
La noticia fue dada a conocer a través de un obituario que emitió la coordinación de municipalización de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (Unefm), de donde era egresada Pérez, y quien fue docente hasta hace tres años, cuando dejó el país para radicarse en Panamá buscando mejores oportunidades de vida para ella y su hijo.
Según una nota de prensa del periódico Panamá América, luego de haberse realizado una operación para la remoción de piel muerta, los especialistas señalaron que el corazón de la joven estaba débil y sus órganos internos habían colapsado
Afortunadamente, el pequeño Jonás Pérez de dos años de edad, hijo de Francy Pérez, resultó ileso del accidente al ser cubierto por una puerta que salió volando con el estallido. Actualmente está al cuidado de su progenitor.
La comunidad de residentes del edificio Mystik Tower, ubicado en la zona de Río Abajo de la capital panameña, lamentó el fallecimiento de Francy, quien luchó por ocho días en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Santo Tomás.
Víctimas de la explosión
Asimismo, amigos de la familia en Panamá informaron que aún permanece en cuidados intensivos su tía, María Corteza Pérez Villegas, de 56 años, quien también resultó afectada por la explosión. Mientras, el pequeño de 8 años, Enmanuel de Jesús Velásquez, debió ser traslado el miércoles en avión hasta el Shriners Hospital for Children en Galveston, Estado Unidos, debido a la gravedad de sus heridas.
Desde la explosión en el piso 11 del Mystik Tower, María Corteza Pérez Villegas sigue luchando por su vida. Presenta, según información aportada por los médicos, una infección pulmonar que ya están tratando con antibióticos.
Algunos familiares realizan una campaña de colaboración para María Corteza Pérez y el niño Enmanuel debido a que necesitan recursos para darle continuidad al proceso de recuperación. Este implica intervenciones quirúrgicas y los gastos de traslado del menor a los Estados Unidos.
Prensa Frontera Viva