En las últimas horas, el colombiano Álex Saab, vinculado con el gobierno vebnezolano, fue sacado de la cárcel central de Ribeirinha, en la ciudad de Mindelo, y trasladado vía aérea a la Isla de Sal, donde fue capturado el pasado 12 de junio por solicitud de Estados Unidos.
Un esquema de seguridad de la Policía Judicial acompañó el tralado de Saab, a quien la justicia de ese país le negó tres peticiones de libertad, incluidos dos hábeas corpus.
Su traslado se produce cinco días después de que Cabo Verde aceptara la solicitud formal de extradición por parte de Estados Unidos que lo acusa de blanqueo de capitales y de corrupción vinculada al gobierno de Nicolás Maduro.
El medio local RCV, que informó del traslado, dice que este puede deberse tanto al inicio de su extradición como a una posible libertad, la cual también viene pidiendo el gobierno venezolano.
Sin embargo, fuentes judiciales aseguran que el cambio de lugar de reclusión se puede deber al otorgamiento de medidas de seguridad más altas. La duda es que la Isla de Sal es turística y no cuenta con sistema carcelario de alta seguridad.
En todo caso, en los últimos días se ha registrado un movimiento inusual en el aeropuerto internacional Amílcar Cabral de Espargos, donde Saab fue capturado en supuesta misión del gobierno de Maduro.
En efecto, un Boieng C-17A Globemaster III del Reino Unido aterrizó el primero de julio.
Y aeronaves de Estados Unidos también pidieron permiso para permanecer en islas cercanas a Cabo Verde. Para Washington es claro que Saab es la ruta para llegar a las fortunas ocultas e ilícitas de las cabezas del régimen y al movimiento de oro y dólares a Turquía, Irán y Rusia.
De hecho, EL TIEMPO también puedo establecer que un avión del gobierno de Maduro aterrizó en Guinea-Bisáu y está en esa posición desde el 26 de junio.
El traslado de Saab se produce hace 24 horas después de que el presidente de Cabo Verde, Jorge Carlos Fonseca, se refirió al caso y lo calificó de muy delicado.
EL TIEMPO