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Tucupita.- Son 27 años de miseria, desesperanza y abandono.  Ese tiempo tienen las familias de San Juan, perteneciente a la parroquia J. Vidal Marcano, esperando por una justa ayuda gubernamental en materia de servicios básicos.

Un pequeño “chorrito” en la entrada del sector, frente al Polideportivo Pinto Salinas, es la única alternativa que tienen las familias que habitan en esta comunidad para poder surtirse con el vital líquido.

Hasta 8 viajes llevando tres o cuatro bidones deben hacer los moradores de esta localidad para poder llenar una pipa de agua que solo les dura un día.

Otro gravísimo problema es que las calles no tienen asfalto y cuando llueve todo se convierte en un barrial, ocasionando enfermedades virales a niños y adultos de la tercera edad.

De igual manera, el gas se ha vuelto el tesoro más preciado y anhelado en San Juan, un sector que solo recibe el servicio una vez cada dos meses según cuentan sus habitantes.

“Pdvsa gas comunal no atiende al llamado de manera rápida, siempre hay que esperar. También, tenemos un gran problema con el agua potable”, dijo el señor Luis Daniel Landaeta, uno de los vecinos afectados.

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