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Desde que abrieron el Mercado Muncipal de Tucupita lo que más abunda son los controles para poder ingresar tanto para trabajar como para comprar.

Además de lo poco funcional que resulta la entrada y salida por El Guamo, es tan intenso el protocolo para ingresar, que los compradores prefuieren no ir.

Para los vendedores y adjudicatarios resultó la apertura un verdadero drama. Las ventas por el suelo. Muy pocas personas visitan ahora el mercado. El «mercado paralelo» que existe en las adyacencias es otro de los motivos que afecta a los adjudicatarios.

Hacen un llamado para que abran las puertas principales. Recientemente un vendedor de pescado informó para El Periódico del Delta que había vendido un kilo de pescado en el día, mientras que un vendedor de verduras dijo que es preferible vender en las afueras porque venden más.

Otros que se quejan por no darles permiso para trabajar son las carnicerías, ventas de empanadas y otros pequeños negocios de la periferia del mercado.

Estos solicitan se abrn los portones principales con controles por las medidas anti covid.

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