Una nueva amenaza de propagación de la actividad minera en zonas indígenas de Bolívar, habitantes de Maripa, en el municipio Sucre están alertas por la instalación de nuevas plataformas para la explotación minera.
“Nosotros estamos muy tristes, preocupados y amenazados por la construcción e instalación de seis balsas mineras de alto cilindro”, estas estructuras se están levantando en el puerto de Maderas del Orinoco, cerca del campamento turístico Wasaña, explicó Quilio Carpio, habitante de la localidad.
Hasta ahora sólo corren rumores sobre quiénes están al frente de estos trabajos, líderes indígenas de la zona apuntan que se trata de empresas extranjeras que cuentan con el aval del Gobierno Nacional.
El pueblo de Maripa está alerta ante el costo social y ambiental de la instalación de estas balsas mineras en el río Caura, y denuncian que hasta ahora no haya habido ningún pronunciamiento para explicar a la colectividad el alcance e impacto de este proyecto.
Los líderes indígenas reclaman su derecho a la consulta previa, establecido en la Ley de Pueblos y Comunidades Indígenas, en su artículo 11, que indica que “toda actividad susceptible de afectar directa o indirectamente a los pueblos y comunidades indígenas, deberá ser consultada con los pueblos y comunidades indígenas involucrados”.
Temen que esta nueva arremetida minera traiga como inseguridad, falta de alimentos, escasez de combustible, control de los comercios, entrada de personas foráneas y grupos armados.
“Para el futuro vemos que va haber una deserción escolar, brote de enfermedades epidémicas, migración de los grupos étnicos, contaminación de los ríos, peces, animales, selva entre otros”, afirmaron líderes indígenas en conversación con Kapé Kapé.
Es de recordar que diferentes organizaciones locales e internacionales han advertido que la presencia de grupos mineros es una de las principales amenazas de entrada del COVID-19 a territorios indígenas.
A principios de abril, indígenas sanema y yekuana de las 53 comunidades indígenas del Caura y Erebato salieron nuevamente en la defensa de sus territorios y su gente, pidiendo la salida de grupos armados.
A través de un video, líderes de las comunidades indígenas denunciaron los abusos y violencia de las que son víctimas a causa de la actuación de grupos armados en sus territorios ancestrales.
Amparándose en el artículo 20 de la Ley de Pueblos y Comunidades Indígenas, donde el Estado “reconoce y garantiza a los pueblos y comunidades indígenas, su hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan”, solicitaron la salida de los grupos armados que hacen vida en la zona desde hace 7 años.
PRENSA KAPÉ KAPÉ