Tucupita.- “Tuve que caminar de farmacia en farmacia para comparar los precios. Gracias a Dios me llegó el bono de la Misión José Gregorio Hernández, por lo menos me alcanzó para la medicina del tratamiento de mi hijo, así lo relató el warao Edmundo Lara, oriundo de San José de Amacuro, quien gastó 400 mil bolívares en una tableta de “Fenobarbital”.
Si tomamos otro ejemplo, el Carvedilol, medicina para la hipertensión arterial, en una Farmacia de Tucupita, tiene un valor que sobrepasa el 1 millón de bolívares. A esta crisis también se suman los pacientes con discapacidad neurológica, hay que ganar dos sueldos mínimos para adquirir una tableta de risperidona.
La plata no alcanza, los precios suben y en época de pandemia también aparecen las avivadas en los medicamentos. Por los momentos, las farmacias de la capital deltana, están ofreciendo el servicio garantizando los medicamentos; pero con la excepción de que todo está por las nubes.