Nabasanuka, es una comunidad indígena Warao ubicada en la parroquia Manuel Renaud del municipio Antonio Díaz, donde llevan más de 20 años en cuarentena por la falta de servicios básicos.
«Sus habitantes, mayormente indígenas, hoy viven en una constante calamidad para poder abastecerse de alimentos, medicinas o llevar un familiar enfermo a un centro de salud. Ellos, con mucho esfuerzo, se trasladan por más de 3 días hasta llegar al Puerto de Volcán, una comunidad en la parroquia Juan Millán de Tucupita», expresó el dirigente de Vente Venezuela Orlando Moreno.
«A sus curiaras le colocan una vela hecha con plástico de ule para poder desplazarse, eso ayuda a que el viaje no sea tan pesado y poder llegar a su destino y para abastecerse y volver nuevamente a sus hogares», aseguró.
«Esta tragedia se repite en distintas comunidades fluviales, siendo los indígenas los más vulnerables. Vulnerables como muchos venezolanos hoy expuestos al virus, pero sobre todo al hambre y la desidia que impuso este régimen. Pero esta historia se contará, y será la mejor forma de no olvidar lo que vivimos para, ahora sí, hacer las cosas bien» enfatizó.