Los artesanos waraos también están siendo afectados por las medidas tomadas para prevenir la expansión del Covid-19.
En Tucupita, capital del estado Delta Amacuro, aseguraron que además de que ha disminuido la venta de sus artesanías, han tenido que aumentar el esfuerzo para salir de sus comunidades a venderlos.
De acuerdo con algunos artesanos de la comunidad indígena de 23 de Febrero y El Moriche, la falta de transporte los ha afectado en el sentido de que ahora deben caminar de dos a tres horas para poder llegar al centro de la ciudad y tratar de expender sus productos.
Situación que consideran como un “sacrificio extra” ya que según ellos, luego de permanecer a altas horas de las noches tejiendo sus bolsos, sombreros, y sandalias con bora que suelen crecer en las orillas de las lagunas, materia prima para la elaboración de los mismos, deben emprender su caminata al centro.
Los artesanos emprenden su salida caminando de sus casas a las cuatro de la mañana, y llegan al centro de la ciudad a las 6 o 7 am, donde en sus intentos de conseguir comida se ven obligados a aceptar trueques.
“Un bolso por dos kilos de arroz, o un kilo de lentejas y una harina”, luego les toca el viaje de regreso en horas de la tarde, para agarrar camino hacia las lagunas para buscar bora donde el tiempo de recorrido entre ir y venir son de cuatro horas. Apenas tiene unas dos o tres horas para descansar; y seguir con la rutina.
Aunque señalan como positivas las medidas que ha tomado el gobierno, para evitar la propagación del virus, les ha tocado pagar un precio alto para cumplirlas.
KAPÉ KAPÉ