Gerónimo Figueroa Figuera
CNP: 569
Un guardia Nacional con cara de muy pocos amigos encargado de “poner orden” el viernes 10 de abril 2020 en la cola kilométrica de vehículos que desde la noche anterior se ubican para surtir gasolina en la bomba La Estrella ubicada detrás del Centro Comercial Avila en la parroquia San Bernardino de Caracas, con voz muy fuerte le dijo a una conductora cuando por fin a las dos de la tarde le tocó su turno, “a usted no le toca hoy”, pero inmediatamente con voz muy suave y bajita presuntamente le habría agregado: “a menos que tengas 20 dólares que puedas hacer como regalo para los refrescos”. Informaciones publicadas en las redes sociales indican que la venta de gasolina en dólares se habría extendido en el país como la sarna en el cuerpo.
La venta de gasolina en la bomba La Estrella de San Bernardino es por número de placa del vehículo, y es de suponer que es igual para el resto de las bombas en todo el país porque así lo dispuso el régimen por la escasez. Solo venden 20 litros de gasolina por carros semanal, pero el ciudadano que tenga 20 dólares “disponibles” como regalo para el funcionario encargado de “poner orden” en la cola, tiene derecho a poner full el tanque que por lo general son de 40 o 50 litros, pero esos tanques nunca están vacíos completamente porque siempre tienen algunos litros en la llamada reserva que tiene el propietario para evitar dañar la bomba interna.
Muchísimos funcionarios de la guardia nacional o policía nacional que están encargados de “poner orden” en la cola para surtir gasolina tienen acento cubano. Además, pareciera que hacen cursos para tener malas caras y atropellar verbalmente a los ciudadanos que por la escasez causada por la corrupción les corresponde surtir de gasolina por el número de placas o por no tener los 20 dólares “disponibles como regalos” para los funcionarios encargados de “poner orden” en la cola. Estos ciudadanos como venezolanos que se supone tienen derecho a surtir la gasolina para sus vehículos en el país con las reservas de petróleo mas grande del planeta tierra, pero no es así.
Igualmente estos funcionarios de la guardia nacional o policía nacional, sin importar si es enfermera o dama como la que fue atropellada verbalmente el viernes 10 de abril 2020 en la Bomba La Estrella de San Bernardino de Caracas, es médico o trabajador de la salud en cualquier área, si por el número de placa de su vehículo no le corresponde surtir gasolina también es atropellado verbalmente a pesar que Maduro y los hermanos Rodríguez se llenan la boca en las cadenas de radio y televisión, diciendo que los profesionales de esa área tienen prioridad por estar trabajando en “emergencia” por el virus chino.
Antes de 1998 PDVSA producía tres millones y medios de barriles de petróleo diario, de los cuales entre 800 mil y un millón de barriles diarios eran refinados para el consumo interno a un precio casi regalado, al extremo que un litro de agua era muchísimo mas caro que un litro de gasolina, y el resto era vendido a otros países a precios internacionales, con los cuales se elaboraba mas del 90% de los presupuestos nacionales. En estos momentos según la OPEP Venezuela solo produce 400 mil barriles diarios de petróleo, de los cuales 300 mil son entregados a China para cancelar deuda de 60 mil millones de dólares contraída por Chávez y Maduro a través del llamado fondo chino que tanto cacaraqueó Chávez en su época y ahora Maduro.
En la época que PDVSA era administrada por profesionales y la meritocracia tenía refinerías para el petróleo venezolano en EEUU, Alemania y Curazao. Ahora solo queda la EEUU porque fue protegida por el gobierno de Trump para evitar que los rusos la tomaran por deudas contraídas por el régimen madurista. Las demás fueron vendidas por Chávez, porque según él, no hacían falta, y el dinero por la venta de esas refinerías nunca entraron al tesoro nacional sino que se lo embolsillaron los encargados de realizar las negociaciones, donde sin ninguna duda le correspondió su buena tajada al resentido social de sabaneta que en mala hora como plaga maligna infectó a Venezuela.
Siempre digo que la peste roja es lo peor que pudo caerle a Venezuela. Y en ese sentido tengo la manía de corregir a las personas que para referirse a la situación país siempre dicen: “a lo que hemos llegado” y yo les respondo: “No mi estimado o estimada” según sea el caso, “hay que llamar las cosas por sus nombres y sus apellidos”. “A donde nos han llevado, que no es lo mismo ni se escribe igual”. Y les agrego que “no soy responsable de la crisis que vivimos sino una víctima junto a mi familia de quienes por 20 años y más robaron y siguen robando mi país”.
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