Cada día son menos los carros que se mueven en las carreteras del sur del estado a raíz de la escasez de combustible.
Las escuelas ubicadas en las comunidades indígenas están prácticamente palizadas porque ni los alumnos, ni los docentes pueden llegar a las instituciones por la falta de transporte. Tal es el caso de escuelas de San José, San Antonio de Roscio, Santa Teresita, San Flaviano, San Miguel de Betania, Araimatepuy, El Grazón, Las Manacas, Santa Lucia de Inaway y las Claritas en las parroquias San Isidro y Dalla Costa del municipio Sifontes del estado Bolívar.
Se trata de una situación que se viene registrando desde hace casi un mes, mientras los habitantes de las comunidades indígenas se ven especialmente afectados por las grandes distancias que deben recorrer para llegar a sus puestos de trabajo, escuelas o abastos para comprar comida y demás insumos.
En el municipio Sifontes hay sólo tres gasolineras, dos en Tumeremo y una en el Km 88, mientras que en Gran Sabana están funcionando sólo dos en Santa Elena Uairén, y las mismas tienen por lo menos 15 días sin recibir combustible.
Mientras tanto, los revendedores están cobrando entre 50 y 100 mil bolívares por litro, situación que se ha reflejado en el transporte público. Actualmente son pocos los que prestan este servicio y lo hacen a precios elevados para compensar el costo de la gasolina.
Un pasaje en carrito desde Tumeremo hasta el Km 88 está costando 50 mil por persona, y hasta Santa Elena una grama o más por persona.
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