No reciben ningún apoyo por parte de las instituciones gubernamentales, razón por la que no se arriesgan con otros rubros aseguran productores
Con el aprovechamiento de la temporada de verano, los pocos trabajadores de la tierra existentes en el llamado Delta medio, sellan sus retos con la siembra y cosecha del tabaco, rubro que se da en pocos meses aun cuando requiere de un continuo cuidado que garantice los logros que aspira cada productor.
Cultivo que consolidan a punta de machete y a garabato, y que con esfuerzos propios trabajan reciamente esperanzados en obtener una buena cosecha que le provea el sustento económico de su núcleo familiar.
Así se conoció por parte de los productores Dennys Morante, quien cuenta con unas dos mil ochocientas plantas casi listas para ser procesadas, y Ender Alejandro Figuera, con unas tres mil ya de cosecha para llevarlas al mercado; donde cuenta con un buen precio, lo algunos catalogan, al tabaco como “oro” en estos predios deltaicos.
En la comunidad de Los Rastrojos donde se encuentran, la tierra es excelente una vez que baja la crecida del Orinoco. Hay que resaltar que para esta fecha el desarrollo mediano de otros cultivos como maíz, yuca, la patilla, el melón, la berenjena, auyama, batata, entre otros, son impensables ante la falta de recursos y apoyo de las instituciones gubernamentales.
A pesar de todo esto, la voluntad, la dedicación, el apego a la tierra y la fe puesta en Dios, los han mantenido activos y trabajando duro ante los inconvenientes que se les han presentado, en el espíritu y el afán de continuar con la siembra del tabaco, toda vez que bajan las aguas de cada creciente.
JOSÉ ÁNGEL GASCÓN