Desde tiempos inmemoriales la mujer indígena se ha destacado como una verdadera luchadora, trabajadora y madre abnegada.
Desde niña tiene la responsabilidad de aprender los quehaceres del hogar con una educación propia para la vida, basada en los principios y valores impartidos por los abuelos y abuelas como principales sabios de la familia.
He allí el primer gran reto de las indígenas de hoy en día. Allí, en el seno familiar, deben librar la batalla por convencerlos de que la condición de mujer no las circunscribe exclusivamente a las labores de cuidado y servicio.
En la actualidad el rol de la mujer indígena ha evolucionado y cada vez son más quienes optan por el camino de la profesionalización.
Particularmente en nuestras comunidades, se han destacado en las carreras de docencia, salud y deporte, siempre en busca de prestar un servicio a su comunidad a la par de ganar un sustento para su familia.
Lamentablemente, también en nuestras comunidades indígenas, especialmente las de Bolívar, la mujer no ha escapado del “boom minero”, y a falta de un salario digno a cambio de su trabajo como docentes de aula, enfermeras, bedel o servicio doméstico, cada vez son más las que se suman a actividades relacionadas, ya sea echando batea, de cocineras en los campamentos mineros o vendiendo comida, jugos y otros comestibles.
Otra amenaza que ha llegado de la mano de la actividad minera para amenazar a la mujer indígena es la prostitución, práctica que las expone no sólo a la vejación de su familia y la sociedad, sino a todo tipo de riesgos para su salud física y emocional.
En este contexto, la lucha de las mujeres indígenas de hoy y de hace décadas coincide en el fondo en la resistencia a la injusticia a la que continuamente son sometidas, ya sea por temas de género o identidad cultural.
En ese sentido, es necesario abogar por el reconocimiento del peso que tiene la mujer en la memoria indígena y su perpetuación.
Se hace cada vez más urgente para organizaciones no gubernamentales y gobiernos propiciar programas de re estimación de la identidad indígena y del rol de la mujer en la misma, partiendo desde la autovaloración.
Por las luchas de las mujeres indígenas del ayer, hoy y del mañana, Kapé Kapé alza su voz para que cada día se multipliquen las iniciativas que persigan dar la justa valoración de la mujer indígena en todas sus facetas.