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La tristeza embarga a un ciudadano que espera por la providencia divina a que alguien le preste la ayuda necesaria y sepultar a su compañera de acuerdo a sus tradiciones

Lo que comenzó con un embarazo que pudo ser una alegría para una pareja, se convirtió en toda una dolorosa sucesión de eventos para Armando Beria y Erika Beria.

A pesar de ser una adolescente llevó una vida en su vientre que no llegó a término.
En su comunidad se le presentó un aborto. Esperó pacientemente por falta de transporte y la joven madre vino a Tucupita buscando asistencia médica.

Sin embargo por lo complicado de su estado falleció en el materno Dr. Oswaldo Brito.
Más de 20 días lleva el cuerpo de la adolescente en la morgue de Tucupita, sus familiares quieren darle sepultura, pero no tienen como trasladar el cuerpo hasta su sitio de origen.

Los entes de gobierno y las organizaciones que apoyan a los indígenas no han respondido a las solicitudes de sus familiares.

Erika Beria (15), falleció el pasado 28 de septiembre, en el Materno Infantil, fecha desde la cual no ha podido ser trasladada hasta su comunidad en Jananobo, parroquia Curiapo del municipio Antonio Díaz estado Delta Amacuro.

Las gestiones para su traslado las han realizado ante el alcalde Amado Heredia, y otras autoridades indígenas regionales sin encontrar respuesta.

Armando Beria, compañero de la fallecida, informó que ya cuentan con la urna, pero no tiene el aceite, gasolina y la embarcación para poder trasladarla hasta su comunidad.

Mientras esto ocurre, Beria se encuentra refugiado en la casa de Oscar Hernández, facilitador intercultural indígena traductor warao, persona que lo ha ayudado, pero también implica un esfuerzo extraordinario dada la actual coyuntura del país, y el costo de los alimentos.

Armando Beria continúa con su tristeza a cuestas y espera su viacrusis acabe pronto, hasta llevar a su compañera a su última morada.

 

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