Maturín, 21 de agosto. Luego de completar el proceso de recuperación de sus instalaciones ya aptas para los turistas en el delta monaguense, el Campamento Turístico WaraoWitü y la Asociación de Artesanas WaraoWitü reciben a delegados de varias agencias especializadas en promover destinos donde existe una experiencia de reconocimiento cultural que permite el contacto con la naturaleza, como el existente en Yabinoko a favor de uno de los principales grupos étnicos del país.
Es una experiencia piloto para iniciar su familiarización con los turistas a través de estas formas de organización que les permite alternativas productivas vinculadas a la preservación cultural y natural de los warao, como recuperar técnicas tradicionales para la confección de artesanías y administrar sus ventas, y lo logran durante el desarrollo del proyecto financiado por la Unión Europea y dirigido por la Fundación Programa Andes Tropicales, señaló Lenny Zambrano, uno de los voceros de WaraoWitü.
Proyecto que incluyó además la identificación de seis rutas fluviales para recorridos turísticos y la existencia de una operadora turística en el aeropuerto José Tadeo Monagas de Maturín, donde la participación en cada actividad sea activa y los beneficios generados les lleguen directamente, al facilitar que los visitantes tengan recorridos gratificantes y se sensibilicen con la conservación a través de prácticas amigables con el medio ambiente.
Este campamento está diseñado con criterios de construcción tradicional warao pero adaptado a las comodidades necesarias en la prestación de un servicio turístico, sus instalaciones están adecuadas para el hospedaje y la alimentación de hasta 15 personas en un complejo de janokos, hogar tradicional Warao construido con madera y hojas de palma temiche, entrelazados por una caminería techada.
De entrada está la recepción con sala de espera y tienda para las artesanías elaboradas localmente junto al dormitorio equipado con 10 hamacas cada una con su propio mosquitero, al frente está el janoko familiar en dos ambiente con cama y tres hamacas, continúa el módulo del comedor junto a la cocina y al final el sanitario y ducha, incluye un jardín etnobotánico que reúne parte de la vegetación utilizada ancestralmente por esta comunidad.
La sostenibilidad se encuentra en el sistema de tratamiento de aguas residuales y el uso de energía solar para la iluminación de los espacios, está es la única opción de electricidad en Yabinoko para recargar los equipos personales en los tomacorrientes además de permitir el uso de equipos y utensilios de cocina.
Transporte por el delta
Las comunidades warao tienen una milenaria relación con el agua de los caños porque la natación, la pesca y la navegación son actividades habituales desde la infancia, recorren estos afluentes de serena marea con diestro dominio desde las tradicionales curiaras al uso de lanchas a motor para rodear las islas e islotes de exuberante follaje, WaraoWitü cuenta con dos lancha propias para traslados desde el puerto San José de Buja hasta el campamento y las excursiones por los alrededores de Yabinoko.
Los guías como José Sequea están capacitados para llevar a grupos de visitantes por paisajes de selvas de pantano y manglares a través de varias rutas que dominan y la mayoría de los interesados con medidas mínimas de seguridad para la navegación pueden hacer, como el uso de chaleco, tener precaución con los niveles de humedad y portar impermeable.
En estas travesías ofrecen contacto visual para apreciar las características de estos ecosistemas, conocer las diversas especies presentes en la ancestral cocina y botánica warao como la palma Temiche, la palma Manaca y la palma Moriche, también el avistamiento de aves y mamíferos como monos, toninas o el rey zamuro. Una mayor aproximación se logra con paseos en curiara a remo cuyo nivel de dificultad es ajustable a la capacidad de cada persona siempre en compañía de los guías warao.
Jhonny Márquez