Pareciera que Tucupita no tuviera dolientes
Tucupita.-La triste, fétida y desalentadora imagen que hasta ahora ha venido presentando el paseo malecón Manamo de la capital deltana, es una clara evidencia que “Tucupita no tiene quien la quiera”.
Esta situación muestra con nostalgia que ante los llamados que esta pequeña metrópoli, le ha venido haciendo a los entes gubernamentales, hasta ahora, muestran que han manejado a esta pequeña ciudad como, un pueblito, una aldea o como una hacienda dirigida al antojo de su representantes.
Un ejemplo de esto es la vistosidad que se observa en esa joya arquitectónica que sirve de aliento a la estética que ”decora” a la también llamada Sultana del Manamo”, situación que da es lástima y dolor que a este paseo, lo tengan tan despreciado y en total abandono.
Esta hermosa obra, construida en otrora con dones de grandeza, y como el mejor regalo de los gobiernos de entonces, se ejecutó quizá para la época de “Los Años Dorados de la Tucupita del Ayer, donde se le abría paso al progreso y se le brindaba al Delta el asomo de un futuro mejor.
Jamás se pensó que los gobiernos venideros, ocultarían en su eufemismo la desidia que ahora aflora como si no importara nada el progreso de esta localidad, situación por la cual han convertido al Paseo Malecón Manamo en una letrina, en zona roja y en un desperdicio, donde el cromo ha podido darle relevancia a la estética a esta joya arquitectónica que está desvaneciéndose.
Ojalá que este llamado de conciencia, sirva para que la reflexión se digne y se opte por la recuperación de esta importante obra, que está siendo objeto de la apatía y de la irresponsabilidad.
Texto y fotos: José Ángel Gascón