Expresan que solo los visitan cuando hay elecciones, y luego los echan al abandono
Tucupita.- Estancados a merced de su propia suerte, penan desventurados con su miseria a cuestas, los indígenas que viven en el sector El Muro, ubicados en la vía que conduce a Los Corronchos.
La tristeza resalta la pobreza extrema que hace eco en la humanidad de estos venezolanos que allí viven cobijados bajo las sombras del desaliento y del engaño.
Da pena como se van desvaneciendo las esperanzas de un mejor vivir en el sector warauno, donde solo miseria, hambre, pobreza extrema y desolación es lo que va quedando en el ambiente indígena deltano, al mantenerlos abandonados como si estos no tuvieran derecho a ser protegidos por el Estado como lo pauta la Carta Magna y demás leyes fijadas para la protección de la etnia warauna tan desasistida y abandonada a su propia suerte, tal como no lo manifestara la indígena María Medina, al señalarnos: “Aquí estoy enferma y con hambre sin que nadie me ayude”, clamor que hace eco en lo más profundo del sentimiento humano, al tratarse de seres desamparados y “condenados” al abandono, sin que exista la misericordia y el amparo de los organismos encargados de la atención al indígena, como de las demás instituciones que viven como huyendo de sus responsabilidades que tienen con el sector warauno, mientras estos indígenas claman por la misericordia, de que les atiendan en las orillas del dique que conduce a Los Corronchos.
Hicieron un llamado a los organismos defensores de los pueblos indígenas.
Texto y fotos: José Ángel Gascón