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Personal médico y habitantes del lugar afirman que los síntomas presentados por un grupo considerable de fallecidos coinciden con los característicos de la enfermedad

La dirección regional de Salud de Amazonas confirmó que en abril de 2018 confirmaron 7 casos de sarampión, tras tomar muestras de un grupo de personas en las comunidades yanomami de Oroshi e Irotha, municipio Alto Orinoco.

Jesús Bernabe Yuriyuri, Director Regional de Salud de la entidad no confirmó ni negó las denuncias hechas por diferentes organizaciones que dan cuenta de la muerte de al menos 16 yanomami a causa de sarampión. En cambio indicó que están esperando apoyo aéreo para trasladarse a la zona y realizar las investigaciones pertinentes para determinar la veracidad de lo denunciado y establecer si los casos registrados son autóctonos o importados desde Brasil.

A través de diferentes fuentes vinculadas con la atención médica en las comunidades yanomami del Alto Orinoco, Kapé Kapé ha recibido las alertas sobre posibles brotes de sarampión en la comunidad Irotatheri, ubicada a escasos 19 kilómetros de la línea fronteriza con Brasil.

Personal médico y habitantes del lugar afirman que los síntomas presentados por un grupo considerable de fallecidos coinciden con los característicos de esta enfermedad: fiebre alta, convulsión, macula o yagas en el cuerpo, así como afecciones respiratorias.

Se pudo conocer que en las reservas o territorios yanomami del estado de Roraima en Brasil también hay un considerable número de casos de sarampión, que además hacen presumir que dicho brote ha surgido en las comunidades yanomami brasileras, situación nada sorprendente debido a que este pueblo yanomami comparte la cadena montañosa selvática que une al Alto Orinoco con el estado de Roraima, por lo que se trata de un pueblo indígena binacional o transfronterizo.

Los datos de las autoridades brasileñas en el estado fronterizo de Roraima hablan de 412 casos de sarampión, de los cuales 200 han sido confirmados. Hasta el 30 de mayo, 57 de ellos procedían de Venezuela y 34 eran indígenas.

El único servicio médico que llega a las comunidades de mediano y difícil acceso del municipio Alto Orinoco, es el Centro Amazónico para la Investigación Científica de Enfermedades Tropicales (CAICET) a través del apoyo aéreo (sólo de helicópteros) de la Fuerza Armada Nacional, pero dichas visitas o revistas médicas se hacen cada 2 o 3 meses.

La situación de la comunidad Iritatheri y las cercanas, requiere una atención sanitaria especial, debido a que se trata de comunidades de reciente contacto con la población no indígena, por lo que son muy vulnerables a virus o patógenos foráneos, debido a que aún no han desarrollado las inmunidades respectivas.

La doctrina indica, que en casos de contacto inicial con los pueblos o comunidades indígenas que hayan permanecido en situación de aislamiento voluntario o contacto relativo, debe hacerse a través de un riguroso protocolo para evitar desequilibrios sanitarios en esas poblaciones.

www.periodicodeldelta/ Kapé Kapé

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