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Señala con determinación el Dr. Abraham Gómez, miembro de la Academia Venezolana  de la Lengua, institución  que el 27 de este mes estará celebrando el 135 aniversario de su fundación; evento al cual han sido invitados, en representación  del estado Delta Amacuro, el escritor José Balza, el padre julio lavandero y el Dr. Gómez.

“Nuestra Academia, que es correspondiente con la Real Academia Española inicia sus actividades, formalmente, entre los días 26 y 27 de julio de 1883, en el gobierno de Guzmán Blanco; quien ocupaba el cargo de director, a la vez que   pronuncia un discurso enjundioso y bastante polémico para esa época, cuyo eje central estuvo basado en los orígenes de la lengua española; además se acentuaban las discusiones  en torno a:    la prevalencia del español peninsular en tierras americanas o la insurgencia lingüística del  castellano en este continente. Se suscitó entonces, una disyunción marcada. Corrientes de intelectuales se inclinaban por una u otra tendencia teórica.”

Preguntamos, al Dr. Abraham Gómez, ¿qué hablamos, por fin, en los países del continente americano, español o castellano?

“Ya tal polémica ha sido suficientemente superada y sus términos aclarados.

Al momento de mencionar el idioma o la lengua común de España y de muchas naciones de América, y que también se habla como propia en otras partes del mundo, resultan válidos y apropiados válidos los vocablos castellano y español, indistintamente. Según la preferencia del hablante. Hay quienes recomiendan decir que hablan español para no caer en confusiones con la lengua histórica que nace en el reino de Castilla, en la Edad Media”

¿Ha crecido el idioma español, en los últimos años, en el mundo?

“El español o castellano ya es hablado por más de cuatrocientos millones de personas; también ya se han constituido 23 Academias de la Lengua; cuya Visión y Misión consiste en observar, analizar y sugerir los cambios que debe experimentar la lengua española, como ente social, en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes. Las Academias no imponen los vocablos, sino que persiguen que haya unidad y transparencia en la lexicografía empleada en los actos de habla, por muy sencillos y coloquiales que puedan ser”.

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